Pocos meses antes de morir estando secuestrado por su propio hermano y su cuñada, el general de Ejército en retiro y jefe fundador del Ejército de Nicaragua, Humberto Ortega Saavedra (HOS) fue duro y directo al definir al actual comandante en jefe de las fuerzas castrenses, general Julio César Avilés: «Es un cobarde que no se la para a Daniel (Ortega)».
La comandante guerrillera Mónica Baltodano, que junto a Dora María Téllez fueron las únicas dos mujeres jefas de tropas durante la guerra contra la dictadura de Somoza, aseguró, en el programa En Contacto, de Artículo 66 que el fallecido general de ejército definió como cobarde a Avilés poco tiempo antes de que su propio hermano, ahora convertido en dictador, Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, ordenaran confinarlo en su residencia, bajo la condición de casa por cárcel.
HOS expresó esa opinión en una conversación con la comandante Baltodano y su esposo, Julio López, con quienes rutinariamente sostenía charlas de análisis sobre la situación de Nicaragua y las posibles salidas a la crisis. Al abordar el tema de la muerte bajo prisión política del también exmilitar, general Hugo Torres. El jefe fundador del Ejército sostuvo que el general Avilés «no se le para» al dictador Ortega ni a la vicedictadora Murillo, que prohibieron honras fúnebres como general para Torres.
Hugo Torres Jiménez fue el único guerrillero sandinista que tuvo el mérito de haber participado en las dos más emblemáticas y temerarias acciones guerrilleras del sandinismo durante la guerra contra Somoza; el asalto a la casa de José María Castillo, en 1974, con la que sacaron de la cárcel a Daniel Ortega y la Operación Chanchera, o Asalto al Palacio Nacional en 1978, acción en la que fue el segundo al mando.
Alcanzó el grado de general de Brigada y fue uno de los militares más condecorados por sus méritos dentro de las filas castrenses. Sin embargo, el Ejército no le tributó ningún honor por órdenes de los dictadores, quienes lo habían encarcelado por formar parte del opositor Movimiento Renovador Sandinista (MRS), ahora Unión Democrática Renovadora (UNAMOS), disidente del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) desde 1994.
Baltodano señaló que HOS criticó esa postura de sometimiento ciego de Avilés al dictador Ortega. Sometimiento que llegó, incluso, a convertir las fuerzas armadas en cómplices de la dictadura en los asesinatos de manifestantes durante las protestas sociales de 2018.
La comandante guerrillera, que se convirtió en una férrea crítica del régimen, lo que valió el exilio y la pérdida de su nacionalidad, al analizar el último audio que envió el fallecido general de ejército, en el que se declara reo político y advierte sobre su inminente muerte a causa del régimen carcelario al que estaba siendo sometido, dijo que HOS sabía que podía caer preso por opinar contra la dictadura de su hermano y su cuñada pero «decidió correr todos los riesgos».
Sucesión de Murillo e instalación de dinastía con sus hijos es «una locura de la Chayo»
La comandante guerrillera dijo que el general Ortega advertía constantemente que su hermano Daniel no podía seguir haciendo lo que hacía y que la idea de que Murillo fuera la sucesora en el poder y la imposición de una dinastía con los hijos, no es más que una «locura» de su cuñada.
Contra esas pretensiones, HOS creía que la salida debía ser una negociación y confiaba en la experiencia que junto a su hermano tuvo en los años 80 cuando Humberto como jefe militar y Daniel como mandatario, encabezaron el proceso de firma de la paz y fin de la guerra entre el sandinismo y el ejército de la contrarrevolución.
Según Baltodano, Humberto tuvo la esperanza, hasta el último momento, de que podría hacer que Ortega retomara el camino del diálogo para salir de la crisis y desmontar la dictadura, pero perdió la vida en el intento.
«Él (HOS) creía que Daniel Ortega podía todavía tener un margen y un espacio para escoger el mismo camino que había escogido a finales de los años 80 y por eso enfatiza “si fuimos capaces de hablar con la contrarrevolución, de firmar los acuerdos de Esquipulas y después los acuerdos de Sapoá para la desmovilización y el proceso de paz como no lo vamos a hacer ahora”», recordó la comandante guerrillera..
«Él albergaba, la sensación que nos dio a nosotros, de que hubiese un espacio para que Daniel Ortega tomara ese rumbo, pero él estaba claro o consideraba que Rosario Murillo era todo lo contrario».
«Ortega y Murillo asesinaron a Humberto»
para Baltodano, el general de ejército en retiro fue asesinado por Daniel Ortega y Rosario Murillo, pues a sabiendas que padecía serios problemas de salud, lo sometieron al régimen de casa por cárcel primero y luego lo confinaron en una sala del hospital militar, solo, donde finalmente perdió la vida producto de un paro cardíaco, según el parte oficial del hospital castrense, el pasado 30 de septiembre.