En Nicaragua, y en otras partes del mundo, la información personal y médica relacionada a las personas portadoras de VIH-SIDA es de suma y estricta confidencialidad, con el objetivo de brindar un «escudo» ante la discriminación y supersticiones causadas por la desinformación.
El artículo 3 de la Ley No 820, Ley de Promoción, Protección y Defensa de los Derechos Humanos ante el VIH y Sida para su Prevención y Atención, establece que «por ningún motivo, las instituciones públicas y organizaciones privadas pueden divulgar información que identifique a personas con VIH en Nicaragua».
«No se divulgarán en espacios públicos o privados el nombre, dirección, datos clínico-epidemiológicos y cualquier otro que identifique a las personas con el VIH, o que pueda afectar su vida privada, económica, social, política y cultural», detalla la normativa.
Noticia relacionada: CNU quiere conocer prácticas y comportamiento sexual de los universitarios, supuestamente para prevenir el VIH
Régimen irrespetó esta Ley
Sin embargo, hubo un caso de un nicaragüense a quien se le difundió ilegalmente su información privada como paciente de VIH positivo. La víctima falleció a finales de marzo de 2020 y fue identificado como el primer fallecido por Covid-19 en el país.
Sin embargo, su confidencialidad fue expuesta por las autoridades sanitarias. De acuerdo con un comunicado emitido por el Ministerio de Salud (MINSA), «el paciente número dos reportado en Nicaragua con Covid-19 falleció debido a múltiples fragilidades de salud, entre ellas diabetes e hipertensión».
El informe destaca que el fallecido era un paciente portador del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), una revelación que causó revuelo entre la población y fue considerado «como una violación a la privacidad del paciente», de acuerdo a organismos de derechos humanos.

Es responsabilidad de todos
Para una defensora de derechos humanos, quien brindó declaraciones bajo condición de anonimato, es necesario «omitir la información privada de los pacientes con VIH, sobre todo para no estigmatizar a grupos sociales como la comunidad LGBTQI+».
La experta señaló la importancia de «no poner ojo sobre algún sector porque la responsabilidad es de todos». Aseguró que «tanto hombres como mujeres estamos expuestos al VIH».
Noticia relacionada: Otra persona es curada de VIH en el mundo
Por ello, reclamó que aún existan «muchos prejuicios y estigmas de que los homosexuales, bisexuales y personas transgénero somos los que tenemos o estamos más propensas a adquirir VIH, cuando la realidad no es así»
«No se debe seguir marcando a la población LGBTQI+ como los principales afectados con el virus. Han incrementado las relaciones sexuales a temprana edad y los jóvenes ahora pueden contraer una infección. Tienen sexo a escondidas, sin ningún consejo que les pueda ayudar a evitar algún tipo de Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS)», sostuvo.