La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que se rasga las vestiduras a diario pidiendo, en un lenguaje cargado de epítetos agresivos, respeto a su soberanía e integridad nacional, se está inmiscuyendo en los asuntos internos de Panamá, ha afectado su integridad territorial, violando flagrantemente el derecho internacional, dando protección al exmandatario convicto Ricardo Martinelli, por lo que el país canalero se vio obligado a «llamar a consulta» a su embajador en Managua, un paso previo a la ruptura de relaciones diplomáticas.
Mediante una Nota de Cancillería, emitida la tarde de este lunes, 22 de abril, el Gobierno de la República de Panamá reiteró la denuncia que el régimen de Managua, al otorgar protección «ilegal» al expresidente de ese país, Ricardo Martinelli, en la embajada nica, ha provocado «afectaciones a su integridad territorial» por las «reiteradas y flagrantes violación a las normas del derecho internacional».
El exmandatario Martinelli, de 72 años, es un convicto, procesado y condenado a 10 años de cárcel por actos de corrupción y con casos pendientes con la justicia de su país, sin embargo, el dictador Ortega le otorgó asilo diplomático en la embajada nicaragüense en el país canalero.
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Ante tales hechos, el Gobierno panameño comunicó oficialmente a Managua que ha «llamado a consulta» a su representante en Managua, José de Jesús Martínez. El llamado a consulta es una forma de protesta diplomática de un gobierno frente a otro, y podría ser considerado un paso previo a la ruptura de relaciones diplomáticas.
En derecho internacional, según han explicado expertos, un «llamado a consulta» de un embajador puede durar días, meses o años, y durante esa ausencia, quien quedaría al frente de la embajada sería el encargado de negocios «ad interim», por lo tanto, «bajaría de rango la representación diplomática».
«Cuando un país llama a consultas a su embajador, puede ser el paso previo a una ruptura de relaciones diplomáticas», dijo un experto consultado por Artículo 66 que prefirió el anonimato.
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«La República de Panamá se siente verdaderamente afectada en su integridad territorial por la actitud permisiva de la República de Nicaragua que viola flagrantemente y de manera reiterada normas fundamentales del derecho internacional», expresó la Cancillería panameña este lunes en su nota diplomática.
El expresidente convicto Martinelli: la semilla de la discordia
Martinelli se asiló en la Embajada de Nicaragua en Panamá el pasado siete de febrero, después que fue ratificada la sentencia en su contra a más de 10 años de cárcel por blanqueo de capitales.
La nota de la Cancillería de Panamá reiteró que desde hace tiempo viene advirtiendo sobre las violaciones al derecho internacional perpetradas por el régimen de Nicaragua.
Panamá «expresó y reiteró su más enérgica protesta ante Nicaragua al permitir que, al amparo de una supuesta protección, que es ilegal, de conformidad con el derecho internacional, el señor Ricardo Alberto Martinelli Berrocal ha mantenido y desplegado acciones desde su sede diplomática (de Nicaragua) en Panamá, con fines político-partidista», protesta el gobierno canalero.
«La República de Panamá tiene a bien informar a la República de Nicaragua, su decisión de llamar a consultas al embajador, a partir de la fecha de recepción de la presente comunicación», cierra la nota.