La política exterior de la dictadura de Nicaragua va de bandazo en bandazo, metiéndose de lleno en conflictos, demostrando «hipocresía y doble rasero», con el fin de llamar la atención y «curarse en salud» por ser ella misma invasora de sedes diplomáticas y dar protección a delincuentes, opinaron analistas consultados por Artículo 66, al analizar la ruptura de relaciones diplomáticas con Ecuador.
El Régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, anunció, el pasado 6 de abril, que rompió «todo tipo de relación (diplomática y comercial)» con Ecuador en solidaridad con los Estados Unidos Mexicanos, país que rompió relaciones con el mismo Estado ecuatoriano en reclamo por el asalto policial contra su embajada en Quito, con el que las autoridades ecuatorianos sacaron por la fuerza al expresidente y convicto por corrupción Jorge Glas.
Para el opositor nicaragüense en el exilio Héctor Mairena, el Gobierno de Ecuador cometió «un gravísimo error» al ordenar el allanamiento policial a la sede de la embajada mexicana en Quito, y «más que un error, es una transgresión a las normas y convenios internacionales», insiste Mairena.
El político y analista nicaragüense sostiene que «nada, absolutamente nada justifica que Ecuador haya hecho eso». Independientemente de las razones que argumenta el Gobierno de Daniel Noboa.
Noticia relacionada: México otorga asilo a exvicepresidente de Ecuador en plena crisis diplomática
Sin embargo, Mairena recordó que «así como se ha violentado el Convenio de Viena sobre las sedes diplomáticas, pues otros como Daniel Ortega violentan los derechos humanos que también están protegidos por un convenio internacional».
Ortega quiere llamar a atención
Para Mairena, es innegable que el asalto policial a la embajada azteca en Ecuador es una violación a la soberanía de México y las protestas son necesarias pero, «Ortega, con el objetivo de llamar la atención, se suma a la ruptura de relaciones diplomáticas y ese es un acto verdaderamente hipócrita de parte del régimen Ortega-Murillo».
«Él (Daniel Ortega) violentó las instalaciones de la sede diplomática de Taiwán, él violentó la sede diplomática de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Managua, de tal manera que no tiene absolutamente ninguna autoridad moral ni política para expresar una supuesta solidaridad con el gobierno de México», apuntó el opositor exiliado.
Asimismo, sostuvo que, además de hipócritas, Ortega y Murillo, que le están dando refugio en la sede diplomática (nicaragüense) en el país canalero al expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, también condenado por corrupción. Se están «curando en salud», porque temen que las autoridades panameñas puedan ordenar sacar por la fuerza de la sede diplomática al exmandatario perseguido por la justicia.
«Ya sabemos que también ha dado refugio y la ciudadanía nicaragüense, a personas perseguidas por la justicia salvadoreña. Detrás de esta conducta del régimen de Ortega hay dos cosas: primero, revela su naturaleza también corrupta, pero además, detrás de eso hay dinero sin duda alguna. Esas cosas no son gratis y lo hace en violación a convenios internacionales», acusó Mairena.
Temen que saquen a Martinelli de embajada de Nicaragua en Panamá
Para Juan Sebastián Chamorro, el exreo político desterrado por la dictadura y miembro de la vocería colectiva de la alianza política Monteverde, la hipocresía de Ortega y Murillo con relación al caso de México y Ecuador tiene dos facetas. En primer lugar Nicaragua fue el primer país que violentó el Convención de Viena al robarse la embajada de la OEA. «Ellos (Ortega-Murillo) se metieron a una sede diplomática de todos los países miembros, incluyendo México, cuyo Presidente no dijo absolutamente nada», recordó Chamorro.
La segunda hipocresía, según el político opositor, tiene que ver con quién comete el asalto a una embajada. Si hubiera sido cometido por un gobernante de izquierda como Maduro, Ortega no habría reaccionado como lo hizo con Ecuador, analiza Chamorro. «Si hubiera sido Maduro el que asaltara una embajada, Ortega lo hubiera aplaudido», agregó.
Noticia relacionada: Dictadura de Nicaragua se mete en conflicto ajeno y rompe relaciones con Ecuador, en respaldo a México
Con respecto a la ruptura de relaciones con el Ecuador, el vocero de Monteverde sostiene que Ortega y Murillo «se están curando en salud», porque «tienen a un delincuente como Ricardo Martinelli dentro de la embajada de Nicaragua en Panamá».
«Lo mismo le puede pasar a Martinelli con este antecedente, en lo cual, finalmente se llegará a un punto en el que México no sale muy bien parado, porque le dio efectivamente refugio a un delincuente, tal como Nicaragua le dio también un refugio a un delincuente», advirtió el analista.
Ortega ha metido sus narices en tres pleitos internacionales.
El dictador Daniel Ortega, sediento por llamar la atención en la comunidad internacional en medio del desconocimiento que pesa sobre él por ser considerado ilegítimo tras el fraude electoral de 2021, y por ser considerado un criminal de lesa humanidad, se ha metido en tres pleitos internacionales.
En enero de este año, el dictador de Nicaragua, que desconoce a los organismos internacionales, pidió a la CIJ ser parte acusadora contra Israel, junto a Sudáfrica, en la causa por presunta «comisión de actos de genocidio» contra el pueblo palestino de Gaza, en la más reciente guerra entre el Estado Judío y la organización terrorista Hamás.
A inicios de marzo, la política internacional de Ortega se viró hacia Alemania, país al que demandó ante la CIJ por supuestamente apoyar el genocidio en Gaza. La dictadura de Ortega denunció a Alemania por suministrar armas a Israel y por disminuir la ayuda humanitaria a Gaza. En medio de la controversia, Ortega retiró el embajador permanente en ese país europeo y nombra una embajadora concurrente con sede en Viena, Austria.
El tercer conflicto ajeno en el que se mete la dictadura de Nicaragua es el de México con Ecuador en el que subió el tono al extremo de romper los lazos diplomáticos con el país suramericano.