Más de cinco violaciones a los derechos humanos al día ha cometido la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo desde abril 2018, según el informe del Monitoreo Azul y Blanco a seis años del estallido social.
Un elemento a destacar es que los patrones de la represión «evolucionaron» con el paso de los años. Se reportan ejecuciones extrajudiciales, detenciones masivas, hostigamientos, amenazas, represión migratoria y el aplastamiento de las organizaciones de sociedad civil.
En total han documentado 11 mil 350 incidentes relacionados a violaciones de derechos humanos, desde el 18 de abril de 2018 al 15 de abril de 2024. Abril, cuando se conmemora el aniversario de las manifestaciones cívicas, es el mes que registra un repunte cada año.
«La violencia ejercida por el Estado y las estructuras represivas paralelas se manifiesta de manera cíclica a lo largo del tiempo, con picos en la cifra de agresiones durante todos los meses de abril, así como en momentos coyunturales como la “operación limpieza de julio de 2018 o el período preelectoral de junio de 2021», señala el documento.
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Todas las violaciones a los derechos humanos han dejado un total 15 mil 641 víctimas individuales que incluye personas autoconvocadas, excarceladas políticas y sus familiares, presos políticos, activistas de derechos humanos y comunicadores.
Los docentes, médicos, sacerdotes, feligreses, trabajadores públicos, campesinos, miembros de comunidades indígenas, manifestantes, estudiantes y empresarios también fueron víctimas de la represión estatal.
«A pesar la represión por parte de la dictadura, la población resiste pacíficamente y con determinación en su lucha por la libertad y la justicia», destaca la organización.
Nicaragua llega al sexto abril desde 2018, año donde centenares de ciudadanos salieron a las calles a manifestarse y recibieron balas de parte de la Policía y paramilitares. En las protestas, plantones y cualquier expresión cívica se exigía la salida de Daniel Ortega y Rosario Murillo del poder.
Después de los primeros días de manifestaciones y cuando se contaban decenas de muertos, la población sumó las demandas de justicia, reparación y no repetición. Los muertos a manos de la dictadura suman 355, según cifras oficiales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La ciudadanía se manifestó en todo el país para expresar su descontento por las reformas a la seguridad social. Ortega pretendía aplicar un impuesto del cinco por ciento a las pensiones y aumentar el aporte de los trabajadores y empleadores.