En el marco del proyecto «Apoyando Espacios Mediáticos para Periodistas en Desplazamiento», la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) realizó un conversatorio para abordar los desafíos y problemáticas de los periodistas que trabajan desde el exilio y, de igual manera, exigir que se «intensifiquen y amplíen los esfuerzos de asistencia a periodistas desplazados».
Durante el evento, celebrado el pasado dos de abril, en San José, Costa Rica, los participantes analizaron «las dificultades que enfrentan en sus países de acogida, los desafíos para cumplir con su trabajo en medio de censura, restricciones, falta de acceso a fuentes y bloqueos que sufren en sus lugares de origen».
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La nota de prensa, difundida por el organismos este lunes, ocho de abril, detalla que se realizó «un diagnóstico sobre las dificultades económicas que tienen los medios que operan desde el exilio, a la vez que insistieron en la necesidad de contar con mayor apoyo de las agencias de cooperación, fundaciones y empresas de tecnología para desarrollar un modelo de negocios sostenible».
Los corresponsales también propusieron estrategias para proteger a quienes ejercen el periodismo y garantizar la libertad de prensa». Además, reflexionaron sobre el papel de la comunidad internacional en esta temática, incluyendo la participación de organizaciones como la Organización de Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Intensificar asistencia a periodistas exiliados
En el caso de Nicaragua, más de doscientos comunicadores han recurrido al exilio forzado debido a la represión desatada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la libertad de prensa y el periodismo.
El documento «Periodistas en situación de desplazamiento en América Latina y el Caribe: Evaluación de necesidades y recomendaciones para la acción» presentado por la SIP detalla que «una de las recomendaciones del proyecto es la necesidad de proporcionar una plataforma para la coordinación de mecanismos de apoyo para periodistas desplazados».
La organización apunta que las estrategias deben tener «un enfoque de múltiples partes interesadas y basado en coaliciones, que involucre a países donantes, agencias de la ONU, organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas, asociaciones de periodistas y medios».
Además, el documento expone «recomendaciones para la ejecución de un programa de respuesta integral, que incluye tanto políticas a corto plazo como acciones a largo plazo en materia legal, apoyo psicosocial, sostenibilidad de los medios y de seguridad». La investigación fue realizada en colaboración con la Sociedad de Corresponsales de América Latina (SOCOLAC), colectivos de periodistas, organizaciones de la sociedad civil y académicos latinoamericanos.
Al conversatorio asistieron diferentes personalidades periodísticas nicaragüenses, entre ellos el fundador y director de Confidencial, Carlos Fernando Chamorro.
Así como otros comunicadores internacionales como José Luis Sanz, corresponsal en Washington del medio digital salvadoreño El Faro, el periodista guatemalteco José Luis Font, quien desde el exilio conduce un programa de radio y análisis televisivo semanal en su plataforma Con Criterio, la periodista cubana Karla Pérez, de ADN Cuba y la coordinadora del programa de América Latina y el Caribe del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), Cristina Zahar.
Periodismo en Nicaragua
Ejercer el periodismo en Nicaragua es peligroso desde que Daniel Ortega y Rosario Murillo asaltaron la Presidencia. Los hombres y mujeres de prensa se convirtieron en blanco de los ataques y la persecución estatal por informar y ejercer su derecho constitucional.
Al menos 246 periodistas han tenido que salir del país para resguardar su integridad física, según datos de la Fundación para la Libertad de Expresión y Democracia (FLED). Esta cifra de comunicadores y comunicadoras exiliadas deja un vacío informativo en las redacciones de medios nacionales que están bajo amenazas de cierre si continúan exponiendo las violaciones a derechos humanos.
«Los periodistas nicaragüenses continúan saliendo hacia el exilio. 246 han dejado su país por causa de las agresiones y ataques del Estado de Nicaragua en represalia a su labor informativa. El Estado de Nicaragua debe poner fin a los ataques en contra de los periodistas y la ciudadanía», destaca la organización.
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A partir de 2018, Daniel Ortega y Rosario Murillo recrudecieron su política de represión contra la prensa independiente. Emprendieron una guerra desmedida que incluyó el asesinato del periodista Ángel Gahona, el cierre y confiscación de medios, persecución, hostigamiento, amenazas, cárcel, destierro y arrebato de la nacionalidad, entre otros. Actualmente el periodista Víctor Tikay es preso político de la dictadura.
Datos de organismos que trabajan la temática de libertad de prensa y expresión, señalan que desde el 2007 hasta el 2022, Confidencial, Canal 100% Noticias, La Prensa y Radio Vos de Matagalpa que fueron allanados y posteriormente confiscados y al menos otros 57 medios de comunicación han cerrado.