Panamá rechazó un pedido de Managua de instalar un consulado en la casa contigua a la embajada nicaragüense en la capital panameña, donde permanece asilado el expresidente Ricardo Martinelli para eludir una condena de prisión.
«La Embajada de Nicaragua en Panamá […] comunicó su pretendida intención de iniciar funciones de un Consulado en una residencia contigua a la sede de esa Misión Diplomática», dijo la cancillería panameña en un comunicado. «La no aceptación de dicha solicitud fue comunicada vía telefónica a la Cancillería nicaragüense», agregó.
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Por lo tanto, Panamá «no reconoce privilegios ni inmunidades diplomáticas en el inmueble» vecino, advirtió la cancillería panameña, que el 9 de marzo había negado el salvoconducto a Martinelli para marcharse a Nicaragua.
Martinelli (2009-2014) buscó refugio en la embajada el 2 de febrero y el presidente nicaragüense Daniel Ortega le concedió asilo de inmediato, días después de perder el último recurso para anular una condena de casi 11 años de cárcel por blanqueo de capitales.
La vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, y su esposo, el dictador Daniel Ortega, mandaron un mensaje de apoyo a la dictadura castrista de Cuba, intentando restar mérito a las protestas del pueblo cubano que salió a las calles, el pasado fin de semana, a reclamar por la falta de alimentos y energía eléctrica en la isla, sometida a una severa crisis social por el régimen comunista de ese país.
En su acostumbrado monólogo, que se transmite todos los días a través de los medios al servicio de la propaganda oficialista, Murillo informó que su Gobierno envió un mensaje de «solidaridad» a la dirigencia comunista de la isla y mencionó a Raúl Castro Ruz, a quién llamó «líder histórico de la revolución cubana», a Miguel Díaz-Canel, actual presidente de la isla y según ella, «al querido pueblo cubano».
Murillo no mencionó la severa crisis de alimentos que tiene sometida a la población en una situación de hambre, ni los prolongados racionamientos de energía eléctrica, y se limitó a culpar, como siempre, al supuesto «bloqueo imperialista» de EE. UU.
«En estos días de infame continuidad del criminal bloqueo imperialista norteamericano contra ese pueblo cubano heroico, de resistencia y coraje reconocido en el mundo, enviamos a cada familia, a cada hogar, a los cuadros del partido, a ustedes, Raúl, Miguel, y a toda la dirigencia del Gobierno y su gloriosa vanguardia revolucionaria, nuestro abrazo fuerte y solidario», dijo Murillo, leyendo el mensaje enviado a la dictadura cubana.
Los países que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos (ALBA) emitieron un comunicado donde expresan su rechazo a las sanciones impuestas por Estados Unidos al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, las cuales restringen a Nicaragua la capacidad de exportar, importar y comercializar armas y servicios de defensa.
La nota, difundida por los medios de propaganda oficialista, afirma que la ALBA condena «las medidas coercitivas y unilaterales impuestas en materia de defensa a la hermana República de Nicaragua, que tienen como propósito afectar y limitar las capacidades comerciales y de seguridad de esta nación y, por ende, su economía y su estabilidad».
La agrupación internacional declaró «que la soberanía de nuestros pueblos en la región y del bloque de países que constituyen el ALBA-TCP, una vez más, es afectada por la injerencia de los Estados Unidos.