El beisbolista y exjugador de Grandes Ligas Dennis Martínez Ortiz manifestó su preocupación por la situación actual de la Iglesia católica, sus miembros y feligreses, quienes continúan siendo víctimas de la persecución y el asedio desatado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
En una columna de opinión publicada en el diario La Prensa, Martínez expresó que el silencio de los representantes católicos nicaragüenses lo dejó «sorprendido». «Cuando monseñor Rolando Álvarez estaba preso y todos pedíamos su liberación, estábamos preocupados por su salud. Ahora, que gracias a Dios, está libre seguimos preocupados por su estado de salud porque no hemos sabido nada de él y de los otros sacerdotes que fueron despatriados», dijo.
El pasado 14 de enero, el obispo de la Diócesis de Matagalpa, junto a otros 18 religiosos, fue desterrado a Roma, tras una discreta negociación entre el papa Francisco y la pareja gobernante. A pesar de que, al día siguiente, se difundieron imágenes de monseñor Álvarez y monseñor Isidoro Mora, obispo de Siuna, Costa Caribe Norte, no se ha tenido nuevas actualizaciones sobre los católicos desterrados.
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El deportista afirmó que «el silencio de la Iglesia no es normal, porque a pesar de la difícil situación que se vive siempre han tenido una palabra de aliento y adecuada para ayudar a sus feligreses y tratar de crear puentes contra los que desean el mal de nuestra nación».
«Como católicos solo nos queda orar, para que Dios y la Virgen iluminen el camino de nuestros líderes y sepan guiar a su rebaño», aseguró Martínez, desde Estados Unidos.
Una frase de la Alemania nazi
De igual manera, Martínez destacó los saludos de cumpleaños que la vicepresidenta de Nicaragua dedicó al cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de la Arquidiócesis de Managua, en los medios oficialistas, el pasado siete de marzo.
«Tengo que ser sincero. Me dejó preocupado la frase ‘hemos dejado atrás los días de las campanas y cristales rotos’ en el mensaje de felicitaciones de Murillo. No sé si era un saludo cordial o una nueva amenaza al líder de la Iglesia católica en Nicaragua», expresó el exjugador de Grandes Ligas.
Martínez dijo que, como creyente católico, «ha visto cómo han metido a la cárcel injustamente a sacerdotes, han profanado iglesias y querido silenciar a cualquier precio a los que predican la palabra de Dios». Por tales motivos, el beisbolista aseguró que la frase de la primera dama lo dejó «aturdido, intrigado y con el corazón acelerado».
Para brindar contexto, el expelotero afirmó que, en la historia de la humanidad, «decir cristales rotos, que en alemán se le llamo ‘Kristallnacht’, es recordar aquel 9 de noviembre de 1938, cuando el régimen de la Alemania nazi coordinó un ataque hacia la comunidad judía».
En tal asedio, Adolfo Hitler, el dictador que gobernaba en ese entonces, «destruyó sus sinagogas, destrozó sus negocios y rompió vidrios». «La Policía tenía orden de no protegerlos, sino todo lo contrario, al día siguiente arrestaron a 30 mil judíos que fueron enviados a campos de concentración», lamentó Martínez.
Martínez declaró que «cuando alguien sentado en el poder utiliza ‘cristales rotos’ en un mensaje al máximo representante de la Iglesia católica en Nicaragua, que está siendo perseguida, me da una sensación muy pesimista de los días que están por venir en nuestra nación».
Una Iglesia que aún es perseguida
Desde el inicio de la crisis sociopolítica que arrastra el país, el régimen orteguista ha desterrado, expulsado, e impedido el ingreso de 170 religiosos y 76 monjas de la Iglesia católica en territorio nicaragüense. En octubre de 2023, el gobierno envió a 12 religiosos a la Santa Sede. Días después del exilio de Álvarez y los demás clérigos, la dictadura sandinista expulsó a tres sacerdotes más el 20 de enero de 2024.
La persecución en contra de los padres se remonta a unos años atrás. En 2019, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio Báez, abandonó Nicaragua a petición del papa Francisco. Por lo tanto, actualmente hay tres obispos de la Iglesia católica nicaragüense que están exiliados.
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Según el informe titulado «Nicaragua: ¿Una Iglesia Perseguida?», más de 10 organizaciones sin fines de lucro, de orden religioso, han sido víctimas de la cancelación de su personalidad jurídica por el Estado orteguista. En su mayoría, estas cancelaciones fueron justificadas bajo el argumento de «no tener en orden la documentación necesaria para funcionar».
El 2023 fue clasificado como «el peor año para la Iglesia católica de Nicaragua», ya que desde el primero de enero hasta mediados de diciembre, se contabilizaron 275 agresiones contra la entidad religiosa, es decir, 135 acciones represivas más que 2022, donde se reportaron 140 ataques.