El Fondo Verde para el Clima (GCF, por sus siglas en inglés) canceló el «Acuerdo de Actividad Financiada» (FP 146) con el proyecto «Bio-CLIMA: Acción climática integrada para reducir la deforestación y fortalecer la resiliencia en las Reservas de Biosfera de BOSAWAS y Río San Juan», perteneciente al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
De acuerdo a un comunicado publicado en el sitio web oficial del GCF, este jueves, siete de marzo, la propuesta gubernamental «incumplía las políticas y procedimientos sobre salvaguardas ambientales y sociales».
La organización ambiental informó que «la decisión fue tomada por la Secretaría del GCF, luego de un exhaustivo proceso de investigación y evaluación, así como de las acciones tomadas por la Secretaría para abordar los casos de incumplimiento, que constituían violaciones de los acuerdos legales pertinentes entre el GCF y la Entidad Acreditada».
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El GFC destacó que «no se desembolsaron fondos para el proyecto» y que el mismo tampoco «había comenzado con su implementación».
El informe asegura que en junio de 2021, el Mecanismo de Reparación Independiente (IRM, por sus siglas en inglés) del GCF recibió una queja relacionada con FP 146 que alegaba la «falta de consulta adecuada con comunidades indígenas y afrodescendientes y el incumplimiento de la Entidad Acreditada, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), con las políticas y procedimientos del GCF».
En la última reunión de la Junta del GCF, mediante la decisión B.36/17, se completó la revisión del Informe de Cumplimiento del Mecanismo de Reparación Independiente del GCF, elaborado con investigaciones previas del IRM. Además, se consideró la respuesta de gestión de la Secretaría, solicitada previamente por la Junta en la decisión B.34/23.
También se examinaron las medidas tomadas por la Secretaría de la organización ambiental en relación con los acuerdos legales pertinentes entre el GCF y el BCIE para abordar los casos en los que se encontró que la propuesta de financiamiento del proyecto Bio-CLIMA no cumplía con las políticas y procedimientos del GCF.
El informe detalló que «la Junta respaldó el derecho de la Secretaría a tomar medidas en nombre del GCF, en caso de que el incumplimiento no fuera abordado satisfactoriamente. En este sentido, la Secretaría ha ejercido dichos derechos». Además, en la sesión ejecutiva de la 38ª reunión de la Junta del GCF, la Secretaría proporcionó información detallada sobre el estado del proyecto y las decisiones tomadas al respecto.
De igual manera, la Secretaría del GCF ha estado trabajando en «estrecha colaboración» con el BCIE para abordar la situación del proyecto Bio-CLIMA. El organismo ambiental se comprometió «a colaborar de manera proactiva con la Entidad Acreditada y la Entidad Ejecutora para desarrollar una estrategia clara y transparente que permita concluir el proyecto de manera responsable y ordenada».
Este plan incluirá «la comunicación con todas las partes interesadas pertinentes en el terreno» y «la gestión de las expectativas de aquellos que podrían haber sido beneficiarios del proyecto de haber sido implementado».
El comunicado afirma que «la Secretaría del GCF sigue comprometida con el principio de no causar daño y evitar, minimizar y mitigar el impacto ambiental y social adverso potencial de las actividades de financiamiento climático».
¿Qué es el proyecto Bio-CLIMA?
Según la información publicada en el sitio oficial del BCIE, el Proyecto Bio-CLIMA «tiene como objetivo apoyar a la Región Caribe de Nicaragua en la transición de un modelo de desarrollo económico basado en la explotación de recursos y el uso extensivo de la tierra, a uno de producción sostenible con conservación de recursos y producción agrícola intensificada, creando sinergias entre la conservación de los ecosistemas forestales».
La dictadura nicaragüense esperaba que el proyecto permitiera al país «aumentar su capacidad de absorción de carbono en un 14% en relación con el escenario de referencia para 2030, mediante el fomento de la producción agroecológica de cultivos permanentes bajo la sombra de los árboles más resistentes a los impactos del cambio climático».
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Sin embargo, tras este panorama «esperanzador», el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo le mintió al Fondo Verde del Clima, a quien le está vendiendo una consulta con los pueblos autóctonos de la Costa Caribe, de mentira, con el fin de conseguir el desembolso de más de 116 millones de dólares destinados para protección de los bosques.
En julio del 2023, la junta directiva GCF informó que decidió mantener «congelado» el desembolso de 116.6 millones de dólares destinados para el Proyecto Bio-CLIMA en Nicaragua.
La decisión del organismo internacional se dio luego de denuncias de los pueblos indígenas y de organizaciones de la sociedad civil en el exilio de que el régimen de Ortega viola los derechos humanos de esas poblaciones y que, en realidad, el Gobierno de Nicaragua no desarrolla una política ambientalista en la Costa Caribe, hacia donde deberían estar destinados los fondos y tampoco consulta con los pueblos autóctonos sobre los proyectos, tal como lo establecen las leyes del país y las normas del organismo.
