Después de ser supuestamente «amenazado de muerte», el expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, le pidió asilo político al Estado nicaragüense este siete de febrero de 2024. Según el cantautor y político, Rubén Blades, el régimen de Daniel Ortega «está protegiendo a un convicto de la justicia de Panamá».
El también activista consideró que, al acoger al exmandatario dentro de Nicaragua, el gobierno de Ortega-Murillo se ha vuelto «cómplice de un prófugo de la ley». «El derecho internacional al asilo no fue concebido con este tipo de protección en mente», aclaró.
El cantautor consideró que el gobierno del presidente Cortizo debe de «reaccionar de manera enérgica y repudiar la postura del desgobierno de Nicaragua». «La Convención de Ginebra no protege criminales. Las condiciones para el asilo son muy específicas y, en el caso del expresidente, su solicitud no las cumple», destacó.
El exministro de Turismo de Panamá consideró que su Gobierno «hizo bien al negarle el salvoconducto a Martinelli», ya que «Ortega quiere darle protección a un corrupto y burlarse de la justicia de nuestro país». «Nicaragua, además de violar nuestras leyes, le ha faltado el respeto al pueblo panameño», recalcó.
Sin embargo, el cantautor destacó que Martinelli, al pedirle refugio a Nicaragua, se ha condenado así mismo, ya que «perdió todo el derecho a una sentencia a país o casa por cárcel». Según el político, el expresidente demostró ser un «riesgo de fuga que requiere internamiento inmediato» dentro del país canalero.
De igual manera, Blades cuestionó «¿cuánto habrá costado el favor de Ortega y Murillo?», debido a que el régimen de Nicaragua es de una corriente de izquierda, mientras que el presidente de Panamá es capitalista. «Tengan por seguro que no fue gratis ni ocurrió porque el Gobierno de Nicaragua respete los derechos humanos», comentó en respuesta a los comunicados de la dictadura orteguista.
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Por último, el político recordó que el exmandatario también es ciudadano de Italia, sin embargo, prefirió asilarse en la embajada de Nicaragua. «Martinelli sabía que Italia respeta las consecuencias legales que implica aceptar a un prófugo de la justicia como él, mientras que en una autocracia como la de Nicaragua ‘todo es posible’».
Un prófugo de la justicia de Panamá
Actualmente, el régimen de los Ortega-Murillo mantiene privados de libertad, de manera injusta y en condiciones inhumanas, a los críticos de su gobierno. Por otro lado, ha autorizado el acondicionamiento de la embajada nicaragüense en Panamá para albergar a su nuevo asilado político, Martinelli Berrocal.
Martinelli fue investigado, procesado y condenado por la justicia de su país, en julio de 2023, a más de diez años de prisión y el pago de una multa de aproximadamente 19 millones de dólares por el delito de «lavado de dinero».
Después de autodeclararse «perseguido político» y afirmar que su vida corre peligro en su país, el exjefe de estado se metió a la embajada de Nicaragua y de inmediato solicitó asilo político. Ortega, que es conocido por acoger a varios expresidentes perseguidos por la justicia de sus respectivos países por corrupción, de inmediato aprobó el asilo.
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Sin embargo, a través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá informó la negativa de brindar un salvoconducto para el expresidente. Actualmente, sigue refugiado en la embajada, hasta donde ha llevado muebles, máquinas de ejercicio, alimentos y a su mascota.