La vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, que ha declarado públicamente que «duerme con los ojos abiertos» para «protegerse» de los críticos a su régimen, mandó a diseñar una «cartilla de cuido y prevención de trastornos del sueño».
El pasado 18 de abril, la sancionada Murillo afirmó que «nunca, nunca olvidaremos eso (la rebelión de abril) y, por supuesto, con los dos ojos abiertos hasta para dormir, (hay que) aprender a dormir con los ojos abiertos, para resguardar nuestro patrimonio heroico y nuestra paz».
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En enero de 2023, Daniel Ortega se mostró paranoico al afirmar que duerme con un ojo abierto y el otro cerrado. En esa misma ocasión el dictador dijo que los opositores «siempre conspiran» en contra de su gobierno.
«… todos juntos a trabajar con energía, con firmeza, con disciplina, pero a dormir con un ojo abierto y otro ojo cerrado, porque las alimañas andan ahí, ¡andan ahí las alimañas!», argumentó Ortega.
La «cartilla» explica qué es el sueño, los tipos de trastornos del sueño, las razones para padecer el trastorno, recomendaciones para prevenirlo y qué hacer cuando ya se padece la alteración de las horas de dormir.
En 2023, Nicaragua alcanzó «niveles alarmantes» de censura y represión, según el informe anual de la Relatoría Especial de Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El documento explica que los periodistas nicaragüenses se enfrentan al «riesgo inminente» de ser arrestados si están en el país e intentan informar de la realidad nacional.
Además, ubica como ejemplo al periodista Víctor Tikay, corresponsal de Canal 10, condenado a ocho años de prisión por los supuestos delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas.
«Este año continuó la persecución contra activistas, defensores de derechos humanos, periodistas, artistas, personas opositoras y líderes religiosos por el sólo hecho de expresar sus ideas y opiniones, lo que refleja la intolerancia de las autoridades hacia cualquier discurso que cuestione o contradiga su narrativa», destaca el informe.
El organismo regional considera que el periodismo es una «profesión de alto riesgo» en Nicaragua, debido al incremento de la represión de las autoridades en contra de la prensa independiente, particularmente hacia quienes exponen las violaciones de derechos humanos y los abusos de poder cometidos desde abril de 2018.
Los periodistas y los medios de comunicación independientes siguen siendo víctimas de las medidas represivas desatadas por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que tiene como objetivo desaparecer cualquier voz crítica y opositora. En el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa, organizaciones recuerdan que en Nicaragua, aún no es posible gozar el derecho a informar sin restricciones.
Para la asociación de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), la dictadura sandinista «ha escalado sus métodos represivos contra los medios y periodistas, a quienes no ha cesado de atacar, amenazar y perseguir».
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«Con la creación y aprobación de leyes, una narrativa que transmite mensajes estigmatizantes, la instrumentalización de todo el aparato de justicia y el control absoluto de todas las entidades de Estado, el régimen ha criminalizado el ejercicio periodístico independiente respondiendo con cárcel, judicialización, destierro, desnacionalización, confiscación y el incremento sin precedentes de un exilio forzado, que ya suma más de 250 periodistas», denunció PCIN, mediante un comunicado difundido en redes sociales.
La organización exigió a la pareja dictatorial «que cese el discurso de odio contra el periodismo y medios independientes. Como PCIN, reafirmamos nuestro compromiso con la verdad, con los valores de la ética y la defensa de la libertad de prensa. ¡Sin libertad de prensa, no tendremos ninguna libertad! ¡Sin libertad de prensa no hay democracia!».