A menos de un mes de realizarse las elecciones regionales en la Costa Caribe Norte y Sur de Nicaragua, el ambiente de lo que debería ser una «fiesta cívica» pasa inadvertido entre sus habitantes.
Los comicios han sido nombrados por el régimen como «Elecciones Victoriosas Caribe 2024». Los pocos que hablan del tema en las comunidades caribeñas consideran que no hace falta esperar las votaciones para saber cómo terminarán. «Daniel Ortega, y su partido, se adjudicará a los 90 miembros de los dos consejos regionales. Ya no sorprenden, son predecibles», dijo un político opositor, que pide hacer sus comentarios bajo anonimato para librarse de una cárcel segura.
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Los pobladores de ambas regiones autónomas tendrían que elegir a 45 miembros del Consejo Regional en el Caribe Norte y otros 45 en el Caribe Sur, con igual número de suplentes. Estas regiones son las poblaciones más vulnerables en temas económicos del país.
Doña Brenda Brooks Hodgson tiene 65 años y es originaria de una comunidad lejana en la Costa Caribe Norte. «Son un engaño y una mentira», dice. «Yo no voy a votar, hace tiempo que eso es ir a perder el tiempo, no nos respetan, nunca nos han respetado nuestra voluntad», señala.
Comicios «agredidos»
Doña Brenda reprocha que el Frente Sandinista haya encarcelado al diputado Brooklyn Rivera, representante del partido Yapti Tasba Masraka Nanih Aslatakanka (Yatama) y que también eliminara de «un plumazo» a la organización política que, por años, fue el principal partido de los caribeños.
«Eso fue como agredir los votos nuestros», manifiesta. Doña Brenda aclara que ella no milita en Yatama, pero que la organización política tenía la simpatía de mucha gente de la zona. «Yatama era de aquí, no hay partido de aquí para votar. Es gente que nos conoce bien y que conocemos», agrega.
La Costa Caribe nicaragüense, tanto del Norte como del Sur, es una de las zonas más vulnerables del país. Las comunidades viven sumergidas en condiciones de pobreza extrema. Según se quejan sus ciudadanos, la violencia contra las mujeres aumentó, incluso han liderado las estadísticas de femicidios en los últimos dos años, según los organismos que defienden los derechos de la mujer en el país.
«Este es un lugar olvidado, falta agua, no hay progreso, ni trabajo, nada», dice doña Brenda, mientras verifica si una docena de paté puesto en una sartén, ya cogió color dentro de un horno artesanal del patio de su casa. La costeña vende el producto hecho a base de harina de trigo y rellenos de carne molida, en las calles de su comunidad.
Ni partidos, ni candidatos conocidos
Pocos son los costeños que siguen estas votaciones. Muchos alegan no conocer ni a los candidatos ni a los partidos en contienda y hay hasta quienes no se han enterado que en menos de 30 días irán a la urnas a escoger a las personas que tomarán decisiones sobre el futuro de la región.
«Aquí se habla de los liberales: Partido Liberal Constitucionalista (PLC), la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), la APRE (Alianza por la República) y los sandinistas, pero pocos se conocen los candidatos. Solo los sandinistas se ven en las calles, en las televisiones locales y se oyen en la radio. Los otros no existen», acusa un opositor.
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«La mayoría de los candidatos del FSLN son personas que han perseguido y asediado a nuestro pueblo y a nuestros indígenas», dice el político que fue detenido durante las manifestaciones del 2018 y que vive con «perfil bajo» para evitar la represión del régimen.
«Más de lo mismo»
Jhon Cunningham, un joven de 25 años, originario del Caribe Sur de Nicaragua, dice que este próximo tres de marzo, que es el día de las votaciones, «no hará nada». «Me voy a quedar en la casa. No simpatizo con ninguno de los partidos, nada ofrecen y no creo que haya algo nuevo», señala con tono de frustración.
Cunningham es el menor de tres hermanos y lamenta que en la Costa Caribe Sur casi no hay oportunidades para la juventud, por lo que dice que, con su voto, lo que va lograr es facilitarle la vida a quienes poco hacen por su población. «No hay opciones para votar, nadie ofrece nada», critica.
Yatama: «Que nadie vote»
A través de sus redes sociales, el partido Yatama, o lo que queda de la organización que ilegalizó el régimen al encarcelar a sus líderes y anular su personería jurídica, pidió a los costeños no salir a votar en los comicios regionales próximos por considerarlas unas elecciones «fraudulentas».
«Nos dirigimos a ustedes para compartir información crucial sobre las próximas elecciones programadas para el 3 de marzo. En este contexto, solicitamos a la ciudadanía en general abstenerse de participar en lo que consideramos serán elecciones fraudulentas como siempre lo han venido haciendo», se lee en la publicación de Yatama.
En los últimos días, en los medios oficialistas, se ha visto que operadores del régimen orteguista, a través del Ministerio de Salud, realizan ferias de la salud y además, están desplazando al personal médico casa a casa, en un claro proselitismo con recursos del Estado. Yatama dice que esta es una medida desesperada para convencer a la gente de que vayan a votar y ganar algo de credibilidad.
El aniquilado partido caribeño afirma que «estas acciones parecen ser estrategias para ganar votos» y que, hasta el momento, no se ha concretado ninguna acción significativa en beneficio de las comunidades desde que el FSLN retornó al poder en el año 2007.
Tres semanas de campaña y otras irregularidades
A diferencia de años anteriores, la campaña electoral en la Costa Caribe Norte tenía una duración de 42 días. Para este 2024, los comicios regionales llevan una serie de irregularidades y una de ellas es que la campaña durará solo 20 días.
«En 2019, la campaña duró 42 días. Ahora su duración será de 20 días, tal como lo estableció la reforma electoral de 2022. En este breve período, los partidos participantes hacen pequeños actos de campaña para los cuales reciben presupuesto según los votos obtenidos; sin embargo, el reembolso no es publicado y puesto a disposición para la auditoría social», publicó el organismo independiente Urnas Abiertas, que se ha encargado de denunciar las irregularidades en los últimos procesos electorales en Nicaragua.
Urnas Abiertas, también denunció que otro de los problemas que enfrentan los pobladores de la Costa Caribe es que el Consejo Supremo Electoral, CSE, solo otorgó pocos días para realizar cambios de domicilio entre los votantes, lo que podría poner en riesgo el proceso.
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«En 2019, se permitieron cambios de domicilio hasta 30 días antes de la elección. En 2024, fueron 60 días y solamente tres semanas después de la publicación del calendario electoral. Esto puede generar obstáculos para el voto de la población que requiera cambio de domicilio», denunció Urnas Abiertas.
Otra de las irregularidades que expuso el organismo es que el Padrón Electoral no fue colocado en los Centros de Votación (CV), tal como lo manda la Ley Electoral, para que la ciudadanía apta para ejercer su derecho a voto, pueda verificarse.
«Hace tres años, el padrón electoral preliminar fue colocado el 3 de diciembre en todos los CV, mientras que para 2024, no está prevista su colocación. Además, para 2024, se eliminó el período de dos semanas para recibir objeciones ciudadanas al padrón, estas medidas buscan obstaculizar la fiscalización de la población», agregó Urnas Abiertas en el informe.