El fotógrafo Óscar Navarrete, con el auspicio del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, presentó el foto libro de memoria «Mi nombre es Abril» en el marco del sexto aniversario de las protestas sociales de 2018.
El fotolibro digital, según Navarrete, es en memoria de todas las víctimas de la represión estatal de Ortega y Murillo, que «con su sangre y sus vidas lucharon por ver una nación en paz, democracia y libertad».
«El valor de una imagen es tan grande para la memoria y la historia. A través de ella aprendemos del pasado para poder ir al presente. Mi Nombre es Abril es mi pequeño aporte para Nicaragua», destacó el autor.
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A través de su lente, el fotorreportero retrata el testimonio de dolor y resistencia del pueblo nicaragüense que se alzó cívicamente en 2018 y enfrenta a una dictadura que ha cometido crímenes de lesa humanidad.
«Cada una de estas fotografías son una imperdurable pieza de la memoria de los sucesos que han estremecido a los nicaragüenses desde abril de 2018 y, que también, han causado sorpresa en todo el mundo al ver a un Estado capaz de disparar a matar contra sus ciudadanos y al que no les importó el sufrimiento causado a las familias de las víctimas», refiere la introducción del libro.
Este nuevo libro de la rebelión de abril pretende ser un compendio valioso y que debe ser atesorado para la posteridad, para esas nuevas generaciones de nicaragüenses que tarde o temprano «pedirán respuestas por este período negro en la historia de Nicaragua, algo que se pensó que no volvería a suceder luego de la dictadura de los Somoza, pero que hoy está de vuelta».
El Colectivo Nicaragua Nunca Más explica que este documento trata de aportar en la construcción de la memoria colectiva, para que, como sociedad, «no olvidemos y sigamos condenando estos crímenes cometidos, además de seguir demandando ante la comunidad internacional, mecanismos de protección de derechos humanos y demás actores claves tomen las medidas pertinentes para cesar estas violaciones».
«La construcción constante de memoria colectiva sobre los graves crímenes cometidos, es un pilar fundamental en ir construyendo un país, que una vez fuera de la dictadura, siente las bases para una Nicaragua donde nunca más haya olvido, nunca más impunidad y nunca más dictadura, pudiendo las víctimas obtener justicia, verdad y reparación», concluye.