Ante una creciente preocupación sobre cómo el régimen orteguista permite que Nicaragua sea un «trampolín» de migrantes, el senador de Florida ante la Cámara Alta Estados Unidos Marco Rubio compartió su propuesta de incluir a Nicaragua en la lista de países que patrocina la trata de personas.
Este 24 de enero de 2024, el senador declaró en su cuenta de X que «bajo la dinastía criminal e ilegítima de Daniel Ortega y Rosario Murillo, Nicaragua se convirtió en la puerta de entrada para la trata de personas en Latinoamérica».
Por lo tanto, el diplomático le pidió al Departamento de Estado de Estados Unidos que «responsabilice a esta dictadura del aumento en la migración irregular», como también que «Nicaragua sea incluido como un Estado patrocinador de la trata de personas en el informe anual de EE. UU.».
La propuesta de Rubio fue recibida de manera positiva por los opositores del régimen de Ortega y Murillo. Por ejemplo, el economista y exreo político, Juan Sebastián Chamorro, comentó que «el tráfico de personas que promueve Ortega y Murillo no es solo un negocio que se lucra de las personas en necesidad, sino que representa un arma política que tiene el régimen a su disposición».
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Y es que, en los últimos meses, el régimen convirtió al Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino en uno de los principales puentes facilitadores de la migración ilegal de países del Caribe, Marruecos y la India. Sin embargo, no es la primera vez que los Ortega-Murillo se aprovechan de los migrantes que buscan llegar «al norte», en específico, a Estados Unidos.
Nicaragua, el trampolín de los migrantes
Durante la pandemia del COVID-19, el Gobierno de Nicaragua aprovechó una crisis migratoria proveniente del sur del continente. En su momento, el régimen le cobró 150 dólares a las personar que querían cruzar territorio nicaragüense que llegaban desde la frontera con Costa Rica. En su mayoría, estos migrantes eran originarios de Venezuela.
Sin embargo, fue en 2023 que el régimen comenzó a utilizar a Nicaragua como un facilitador para la migración irregular por vuelos chárteres. Entre agosto y octubre de 2023, de acuerdo con datos del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano, llegaron a Managua 268 vuelos desde Haití, los cuales llevaban aproximadamente a 31 mil 475 personas.
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La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo se aprovechó de la crisis migratoria en estos países para ofrecer vuelos chárteres a sus ciudadanos, en los cuales llegaban al aeropuerto de Managua para poco después irse en taxi hasta la frontera con Honduras.

Estos taxis o buses sabían a quién iban a llevarse, ya que eran parte del conjunto de los vuelos chárter. Solamente en los taxis que los llevan hasta el punto fronterizo conocido como «Las Manos». Muchos opositores señalaron a que solo cabecillas del régimen podrían ejecutar este tipo de «negocios».
Según estimaciones de varias organizaciones que monitorearon las estadísticas migratorias, este «negocio» de «tráfico humano» generó más de 7 millones de dólares para la dictadura en un plazo de tres meses. Sin embargo, su estrategia tambaleó cuando Estados Unidos anunció que se restringirían las visas a los operadores de los vuelos entre el Caribe y Nicaragua. Ante las amenazas, casi todos estos vuelos chárteres cesaron.
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A pesar de ello, el régimen no ha parado de usar a Nicaragua como un «trampolín migratorio». El 21 de diciembre de 2023, la Fiscalía de Francia detuvo un avión procedente de los Emiratos Árabes Unidos que llevaba a 303 pasajeros de nacionalidad india en dirección a Nicaragua. De acuerdo con las autoridades europeas, el avión fue detenido por sospechas de «tráfico de personas». Por lo tanto, el avión tuvo que cambiar su ruta y dirigirse a India con 276 pasajeros, el resto de viajeros se quedó en Francia debido a que solicitaron asilo político.
De igual manera, en enero de 2024, ya fue registrado un vuelo procedente de Marruecos que arribó a Nicaragua con 370 pasajeros, todos ellos de nacionalidad india o marroquí. Por lo tanto, es poco probable que el régimen quiera detener este «negocio».