Luego de ser capturado por las autoridades policiales de Estados Unidos, el nicaragüense, y simpatizante del régimen orteguista, Roberto Ramiro Aguilar Monjarrez fue acusado por dos cargos relacionados con conductas lascivas contra un adolescente de 15 años, en la ciudad de Miami, Florida.
Aunque los medios de comunicación norteamericanos no detallan una fecha exacta para el juicio del acusado, afirman que Aguilar Monjarrez, de 41 años, deberá enfrentar sus dos delitos frente a un tribunal estadounidense.
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El doctor Richard Sáenz Coen expuso al medio de comunicación norteamericano CSB News Miami que él también fue «acosado políticamente» por el orteguista encarcelado. Añadió que no le sorprenden las acciones criminales de Aguilar, porque «el individuo tiene antecedentes como abusador sexual».
Sáenz comentó que varios exiliados nicaragüenses tienen la hipótesis de que Monjarrez «está haciendo algún tipo de trabajo para el régimen sandinista».
En su reportaje, CBS News Miami aseguró que el nicaragüense tiene una retención de inmigración, así como antecedentes penales en el condado de Orange, y que estas condiciones le podrían causar una deportación. Sin embargo, Sáenz advirtió que si Aguilar regresa a Nicaragua, «lo más probable es que sea liberado, dada su afiliación al régimen sandinista».
Por tercera vez consecutiva, el diputado orteguista Gustavo Porras Cortés fue reelegido de forma unánime como el presidente de la junta directiva del Poder Legislativo de la Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada totalmente por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Esta decisión permitirá que Porras, sancionado por Estados Unidos, esté al frente del Parlamento durante el período entre 2024 y 2026.
La propuesta de reelección la encabezó el diputado Edwin Castro, jefe de la bancada del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), este martes, nueve de enero. Las demás agrupaciones políticas, calificadas por opositores como «colaboradores» de la dictadura, secundaron y respaldaron a Porras.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró al país este martes en «conflicto armado interno» como medida para enfrentar a bandas del narco y «neutralizar» a las organizaciones criminales que imponen una nueva ola de terror desde hace dos días.
«He firmado el decreto ejecutivo declarando Conflicto Armado Interno” y “He ordenado a las Fuerzas Armadas ejecutar operaciones militares para neutralizar a estos grupos», expresó el mandatario a través de la red social X, mientras rige un estado de excepción por 60 días ante los secuestros de policías, ataques a la prensa y motines carcelarios.
Secuestros de policías, dos capos fugados de prisión, motines en las cárceles y ataques con explosivos en las calles: el narco pone en jaque al presidente de Ecuador, Daniel Noboa, en su primera crisis tras asumir el poder en noviembre.
Desde hace dos días el país sudamericano vive noches de terror. Siete policías fueron secuestrados en medio del estado de excepción ordenados por el gobierno el lunes ante un estallido de violencia ligado al narcotráfico.
La fuga de una cárcel de Adolfo Macías, alias «Fito», jefe de la principal banda criminal conocida como Los Choneros, detonó la crisis el domingo.