A causa de la imparable ola de agresiones del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica, el papa Francisco manifestó nuevamente su «inquietud» por el bienestar y la seguridad de los sacerdotes, obispos y seminaristas nicaragüenses.
Durante la reunión semanal con miembros del cuerpo diplomático de la Santa Sede, el pontífice afirmó que «sigue siendo preocupante la situación de Nicaragua». Añadió que la crisis sociopolítica que enfrenta el país se ha prolongado «desde hace tiempo con dolorosas consecuencias para toda la sociedad nicaragüense, en particular para la Iglesia católica».
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Con la esperanza de que la dictadura orteguista atienda sus palabras, el máximo líder religioso insistió en la necesidad de realizar un «diálogo diplomático» para abordar los conflictos sociales y políticos. Subrayó que el mismo debe ser «por el bien de los católicos como de toda la población».
En el mismo encuentro, realizado este lunes, ocho de enero, el papa Francisco también habló durante 45 minutos respecto a otras problemáticas mundiales que afectan a los feligreses católicos, como el calentamiento global o la guerra entre Rusia y Ucrania.
Pide «orar» por la Iglesia
El primero de enero del presente año, el pontífice denunció el aumento de la persecución hacia los integrantes de la Iglesia católica a manos del régimen, en diciembre de 2023. «Obispos y sacerdotes han sido privados de la libertad en los últimos días. Expreso a ellos, a sus familias y a la entera Iglesia del país, mi cercanía en la oración», manifestó durante la misa de Año Nuevo, realizada en el Palacio Apostólico, en Roma, Italia.
El representante superior de la Iglesia católica solicitó a los miles de feligreses presentes que continuaran con sus oraciones por Nicaragua. Además, hizo un llamado a la paz, la reconciliación y abogó por un «diálogo para superar las dificultades».
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La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo cerró el 2023 con una brutal oleada de ataques contra diecisiete miembros de la Iglesia católica de Nicaragua. Los secuestros comenzaron con el encarcelamiento de monseñor Isidoro Mora, obispo de Siuna, Costa Caribe Norte; y continuaron con la desaparición de quince sacerdotes y tres seminaristas capturados por policías y paramilitares orteguistas, entre el 20 y el 31 de diciembre, según informó la abogada e investigadora Martha Patricia Molina.
Los religiosos detenidos se suman a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, quien lleva más de 500 días encarcelado únicamente por denunciar constantemente las violaciones a los derechos humanos del régimen de Ortega y Murillo. La última vez que se le vio fue en fotografías difundidas por medios oficialistas, donde funcionarios orteguistas le realizaron una supuesta revisión médica, el pasado dos de enero de 2024, un día después del mensaje del papa Francisco.