El Centro de Asistencia Legal Interamericano de Derechos Humanos (Calidh) envió una carta al papa Francisco pidiéndole «interceder con fuerza contundente por monseñor Rolando Álvarez», quien se encuentra encarcelado por supuesta «traición a la patria». El mensaje fue enviado el 18 de diciembre de 2023 a través de las nunciaturas apostólicas en Buenos Aires, Argentina; y San José, Costa Rica; respectivamente.
La carta fue posteriormente compartida en la cuenta de X de Calidh y menciona que «esta demolición de la libertad religiosa en Nicaragua que actualmente sufren los profesantes de la Iglesia católica y la feligresía evangélica no tiene precedentes».
El organismo comentó que «la prohibición de ritos y procesiones, como también la restricción de la expresión de la fe católica en el país es inexpresable». Agregó que «es sobre todo preocupante que, en un Estado en el cual su Constitución garantiza la libertad de credos y la prohibición de interferencias abusivas de las autoridades, se sufran de estas agresiones de manera regular».
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Dirigiéndose al papa Francisco, la organización expresó que «nos preocupa muchísimo, como también a muchos nicaragüenses, organismos de derechos humanos y a la comunidad internacional, la situación que vive monseñor Rolando Álvarez». El centro reconoció que «su Santidad está al tanto de la prisión del obispo, quien es castigado por elevar su voz ante las atrocidades realizadas por el Estado dirigido por Daniel Ortega y Rosario Murillo».
Sin embargo, Calidh se dirigió al papa para manifestarle que, aunque uno de los pilares de la cristiandad es «confiar en que los tiempos de Dios son perfectos», actualmente Nicaragua está atrasada con respecto a la historia terrenal. «Le pedimos a usted adoptar, junto a la Iglesia Latinoamericana, una posición que permita la liberación del obispo Álvarez».
La organización le pidió al máximo líder de la Iglesia a «interceder con fuerza por el obispo; que la Iglesia en Latinoamérica supere la costumbre de los comunicados y que sean fructíferas sus obras». «Promover el cambio bajo la valentía, como en los orígenes de la Iglesia, y que, bajo la obediencia que le deben a usted los obispos de Nicaragua, salgan de la pasividad producida por el miedo y la apatía», agregó. Por último, le pidió al cardenal Leopoldo Brenes, cabeza visible de la iglesia en Nicaragua, que «inste el valor apostólico en el país».
La Iglesia perseguida en Nicaragua
En 2018, distintos miembros religiosos apoyaron la causa de los estudiantes que protestaron en las calles. Incluso permitieron que los protestantes tomasen refugio en los templos religiosos ante los ataques que realizaron los agentes represivos para evitar que la gente alzase su voz. Desde esa fecha, 342 organismos sin fines de lucro afines a la Iglesia perdieron su personalidad jurídica, según el escrito «Ataques a la Libertad Religiosa con énfasis en la Comunidad Católica de Nicaragua».
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El 4 de agosto de 2022, al obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, no se le permitió salir de su hogar en Matagalpa. Posteriormente, fue sacado por policías el 19 de ese mes en horas de la madrugada, junto a un grupo de sacerdotes, seminaristas y laicos con quienes estaba secuestrado. El sacerdote fue crítico al régimen orteguista, alzó su voz en múltiples ocasiones y condenó su accionar.
La dictadura de Daniel Ortega condenó a monseñor Álvarez, el 10 de febrero del 2023, a 26 años y cuatro meses de prisión por «traición a la patria»; fue condenado un día después de que el pastor católico se resistiera a ser desterrado junto a 222 presos políticos que fueron enviados a Washington D.C., Estados Unidos. Entre esos presos políticos exiliados estaban los religiosos que lo acompañaron en la Curia de Matagalpa.
En su última aparición, compartida el 29 de noviembre de este año por el Estado de Nicaragua, se observó un notorio deterioro físico. El obispo apareció en una «celda preferencial» la cual, según exreos políticos, era «un cínico teatro» debido a que la celda en la que apareció era en realidad una sala de espera. Un médico consultado por Artículo 66 analizó los exámenes publicados de monseñor Álvarez consideró que eran saludables aunque expresó que «dudó que sean de él».