Monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega, obispo de la Diócesis de Siuna, se encuentra en calidad de desaparición forzosa desde ayer, 20 de diciembre de 2023. Según testigos, oficiales de la Policía de Nicaragua, al servicio de la dictadura orteguista, se lo llevaron detenido cuando se movilizaba dentro de su zona de trabajo para realizar una misa de confirmación de unos 230 jóvenes católicos en el municipio de La Cruz de Río Grande.
Los policías igualmente habrían capturado en ese momento a los seminaristas, Alester Sáenz y Tony Palacio, detallan opositores vinculados con la Iglesia católica.
La acción represiva contra los religiosos llegó después que el obispo pidiera orar por monseñor Rolando Álvarez, quien acumula más de 500 días encarcelado por criticar al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Ante estos sucesos, los opositores se pronunciaron a través de sus redes sociales. Dora María Téllez recordó en su cuenta de X que en la última semana, «un ministerio evangélico fue cerrado (Puerta de la Montaña), sus líderes fueron apresados, sus propiedades confiscadas y ahora monseñor (Isidoro) Mora fue secuestrado por el régimen de los Ortega y Murillo». La excarcelada política consideró que «la dictadura está desesperada por silenciar todas las voces» y que «cada vez está enterrándose más profundo».
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Por su parte, el político y economista, Juan Sebastián Chamorro, lamentó que «en Nicaragua es un delito orar por otro obispo. Monseñor Mora arrestado por pedir una oración para monseñor Rolando Álvarez».
Mientras el periodista religioso, Israel González Espinoza, declaró que «la situación de la Iglesia en Nicaragua está al límite». A su vez, dijo que «el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo tiene la obligación de salir a confirmar o desmentir si la Policía tiene retenido al obispo Isidoro del Carmen Mora, es lo que tiene que hacer como Estado nicaragüense».
González expresó su descontento y cuestionó si «¿ya es legal en Nicaragua la desaparición forzosa de personas?», ante la falta de un comunicado oficial horas después de la desaparición del obispo. El periodista comentó que «mientras que el paradero del obispo Mora siga desconocido, lo que pueda sucederle es responsabilidad absoluta del Estado de Nicaragua».
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Por otro lado, el abogado Eliseo Núñez interpretó que «el secuestro del obispo, la captura de los dirigentes evangélicos y la expulsión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) vienen a desesperanzar a todos los nicaragüenses», sin embargo, «esto último se puede combatir».
El periodista deportivo y exreo político, Miguel Mendoza, expresó su «impotencia al contemplar las barbaries cometidas por la dictadura de Ortega y Murillo». Detalló que «mandan a secuestrar a un obispo y no tienen repercusiones» y, agregó que «todo para que mañana nos sorprendan con un abuso mayor, y seguirán su escalada criminal, ya no es asombro, es decepción».
Mendoza dijo que «estoy por creer que ni Dios se acuerda de nosotros», ya que «vemos cómo hacen pedazos la Iglesia, y nada les pasa, ni siquiera un rayo les cae cerca».
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La Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) exigió «el respeto a la integridad física del obispo y su libertad inmediata» y el Movimiento Nacional Auto-Convocado consideró que «la persecución contra la Iglesia es total» y que «mencionar el nombre de monseñor (Rolando) Álvarez se ha convertido en un delito perseguido por el régimen».
El exreo político Yubrank Suazo expresó que «cuánto miedo le provoca a la dictadura la palabra, más aún le aterroriza la verdad, la Iglesia prevalecerá». Por último, la vicepresidenta de Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), Dolly Mora, dijo que «son innombrables todas las injusticias que comete la dictadura, un obispo más que se suma a ser preso político en nuestro país, ¡liberen a Monseñor Mora!»
El secuestro del obispo Mora
Según diversas informaciones que se filtraron a los medios de comunicación independientes, el obispo de Siuna habría sido detenido por efectivos de la Policía orteguista, quienes llegaron hasta la sede eclesiástica dirigida por el religioso, para llevárselo con rumbo desconocido, tan solo un día después de que abogara por plegarias para monseñor Álvarez en la eucaristía celebrada en la catedral San Pedro Apóstol, de Matagalpa.
El obispo de la Diócesis de Siuna declaró el 19 de diciembre, ante todos los feligreses que se concentraron en la catedral matagalpina, que la Conferencia Episcopal de Nicaragua se mantiene unida y «en oración» por monseñor Rolando Álvarez.