La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo sigue escalando la represión en Nicaragua y el miércoles, 29 de noviembre, ordenó a su Policía secuestrar al sociólogo Freddy Quezada, exdocente de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN)-Managua, y formador de generaciones de periodistas y profesionales de la sociología en varias universidades del país.
Diversas fuentes dan cuenta que sujetos vestidos de civil, aparentemente agentes de la Policía orteguista, llegaron hasta la casa del reconocido docente, ubicada en el barrio El Pilar, en el Distrito Tres de Managua, lo sacaron esposado y se lo llevaron con rumbo desconocido, según confirmó el diario La Prensa.
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Por su parte, el periodista de la crónica deportiva y exreo político Miguel Mendoza informó, a través de su cuenta personal de X, que la hija del sociólogo, Adriana Quezada, le confirmó que «sujetos (vestidos de) civiles acaban de secuestrar a su papá desde su casa».
De acuerdo con información, hasta ahora no confirmada por la familia, Quezada habría sido llevado a la Estación III de Policía, en Managua, que se ha convertido en la nueva cárcel de reclusión para reos políticos.
Numerosas reacciones de repudio y condena a nivel nacional e internacional ha provocado la exhibición, por parte de la dictadura Ortega-Murillo, de fotos y vídeos en las que se muestra al obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, encarcelado en una celda del penitenciario La Modelo. La acción propagandística de la dictadura fue calificada como un «cínico» y «perverso show».
El Ministerio de Gobernación, de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, hizo públicas 34 fotografías y un vídeo en el que se ve al obispo matagalpino, según el informe oficial, recibiendo la visita de sus hermanos en cuatro momentos diferentes, además siendo atendido por un médico. En el vídeo se muestra la supuesta celda en la que está recluido el líder religioso.
Todo ello acompañado de una nota de prensa de la dictadura en la que asegura, con claras intenciones de desacreditar y minimizar la resistencia del obispo, que goza de «condiciones preferenciales».
«Como se puede ver en el video y las fotografías, las condiciones de reclusión (del obispo Álvarez) son preferenciales y se cumple estrictamente con el régimen de consultas médicas, visitas familiares y recibimiento de paquetes, contrario a lo que campañas calumniosas pretenden hacer creer», asegura la nota de prensa de la dictadura.
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Sin embargo, lo que el régimen no pudo ocultar en sus recursos gráficos es que a todas luces se nota que es un montaje, según el análisis que hacen algunos observadores. Las paredes recién pintadas, el piso y los muebles con aspecto nuevo, las macetas, todo colocado para la ocasión. «Es un escenario preparado expresamente para el montaje», lo calificó la abogada e investigadora Martha Patria Molina.
Además, las supuestas «condiciones preferenciales» que alardea la dictadura para con el obispo Álvarez, no se reflejan en su aspecto físico, pues todos los observadores coinciden en que luce delgado y demacrado y su actitud al momento de ser filmado era rígida, sin aspecto de pertenencia a ese lugar.
Una mujer se robó a una niña de pocos días de nacida en el Hospital Fernando Vélez Paiz, de Managua. El acontecimiento sucedió en la tarde del pasado 28 de noviembre de 2023 y se sospecha que la mujer que se llevó a la niña es Jariza Berrroterán.
Según relató la madre de la menor a medios oficialistas, ella conoció a la mujer mientras esperaba visitar a su hermana que se encontraba ingresada en el hospital. La madre de la niña comentó que presuntamente, Berroterán esperaba ser atendida.
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Las mujeres tuvieron una conversación en medio de la espera y en el momento en que Sherling, madre de la bebé, pasó a ver a su hermana, le pidió a Berroterán que cuidase a su hija debido a que no podía entrar con un bebé a la sala.
Tras visitar a su hermana, la madre descubrió que la mujer se fue y se llevó a su niña. De inmediato reportó el secuestro ante los miembros de seguridad del hospital, pero no se encontró el paradero de la presunta raptora.