El general Julio César Avilés aprovechó su más reciente visita oficial a la República Popular China, país aliado de Daniel Ortega y Rosario Murillo desde diciembre de 2021, para realizar acusaciones en contra del bloque de 27 países europeos y contra la administración del presidente estadounidense Joe Biden.
Los expertos consultados para analizar el discurso de Avilés concluyeron que el jefe militar muestra su sometimiento a China e insistieron en que hay una alineación en los desacuerdos entre potencias globales de los que Nicaragua debería quedar fuera.
A través de su cuenta de X, el politólogo y excarcelado político Félix Maradiaga publicó un vídeo donde señala que la visita del general Avilés a China no sería de trascendencia, si no fuera porque sus desafortunadas declaraciones revelan hasta qué punto se asimila como propia la propaganda china.
«Por ejemplo, ya en declaraciones anteriores en relación al vínculo del Ejército con Rusia le hemos escuchado repetir el guión que desde Moscú se ha escrito para ser replicado por los aliados de Putin, que además es un criminal de guerra».
Maradiaga añadió que en otra época «esperaríamos del jefe del Ejército que tuviera prudencia institucional para evitar asociar al Ejército con la peligrosa polarización global, pero más bien está alineado con la retórica de la pareja dictatorial Ortega Murillo» y que el general Avilés insinúa «que el Ejército ya ha tomado partido en el conflicto global que se vive entre el bloque antioccidental, presidido por China y Rusia, contra las democracias de Europa y de Estados Unidos».
Ortega ha designado a Julio César Avilés al frente del Ejército durante tres periodos consecutivos, violando hasta el mismo Código Militar para seguirlo imponiendo. De igual manera, el Ejército está entre las instituciones a las que anualmente se les designa más fondos del presupuesto estatal para su funcionamiento, en lugar de priorizar otras problemáticas sociales.
Por su parte, el mayor en retiro del Ejército de Nicaragua Roberto Samcam considera que el tema de la visita de Avilés a China es un acercamiento con los «nuevos amigos de Ortega», para demostrar una supuesta independencia política en cuanto a las relaciones internacionales del régimen. «Pretenden incomodar a la Unión Europea y Estados Unidos al abrir un frente político en el corazón de América, aliándose con Rusia, Irán y China».
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Samcam consideró probable que entre Nicaragua y China se hablara sobre las posibilidades del uso civil y militar del próximo aeropuerto en Punta Huete. Igualmente, piensa que puede haber un nuevo apoyo militar chino, enfocado en «tecnologías de espionaje y naves de combate» que los rusos no se los pueden dar por las necesidades de la guerra en Ucrania.
La «marioneta militar de Ortega»
El economista y excarcelado político Juan Sebastián Chamorro dijo a Artículo 66 que el guardia del general Avilés «solo sigue la directrices que sus amos le están orientando» y que su obediencia es causa de «el favor» que él les debe a Ortega y Murillo de mantenerse en el mismo puesto ilegalmente a través de la reelección continua, violentando los estatutos la Ley Orgánica del Ejército Nacional y las normas lógicas de toda institución castrense.
«Avilés es una marioneta militar de Ortega y de Murillo, de tal manera que quien está hablando en nombre del Ejército no es Avilés, sino es el dictador. Entonces, no sorprende que su mensaje sea muy parecido diría idéntico a lo que dice Ortega y Murillo», recalcó Chamorro, quien fue preso político del régimen orteguista durante un año y ocho meses.
El economista también sostuvo que los ataques del Ejército de Nicaragua a los Estados Unidos y la Unión Europea provienen de los dictadores, a causa de su lógica permanente de antagonismo con Estados Unidos y con los países europeos por las «políticas imperiales». «Se alinea con China precisamente por el antagonismo de China con Estados Unidos y él quiere meterse en este tema de la política mundial global», comentó.
Las palabras de rechazo de Avilés
El general del Ejército Julio César Avilés estuvo en China entre el 28 de octubre y el 3 de noviembre, acompañado de cinco generales más que están bajo sus órdenes. En sus apariciones públicas, se dedicó a acusar a la Unión Europea y Estados Unidos de «desestabilizadores», palabras de las que dejó constancia en una nota de prensa publicada por la institución que él representa.
El jefe militar afirmó que las «potencias hegemónicas están influenciadas por élites económicas, impulsan, promueven y financian a nivel mundial, escenarios de desestabilización y crisis, para establecer condiciones que favorezcan sus estrategias unipolares de posicionamiento, pretendiendo continuar con su dominación del escenario global».
Avilés afirmó que los países opositores al régimen orteguista crean «falsas acusaciones de presuntas violaciones a los derechos humanos, las cuales emplean como justificación para aplicar sanciones», una postura que comparte con el dictador Ortega, quien mencionó en una de sus disertaciones que mientras Estados Unidos continúe sancionando a países, los «inmigrantes seguirán llegando al país norteamericano por más que les quieran cerrar las puertas».
Los supuestos «mercenarios de la información»
Avilés también criticó al periodismo independiente, afirmando que las potencias mundiales financian a quienes ha catalogado como «mercenarios de la información». Esto se debe a que que los medios de comunicación opositores se encargan de destapar los beneficios que le da el Estado a esa entidad armada, como la sumisión del cuerpo castrense hacia la pareja dictatorial, los crímenes atribuidos a militares en las zonas rurales e inclusive hasta los señalamientos al Ejército por armar y entrenar a grupos de paramilitares.
El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos tiene en su lista negra de sancionados al general Avilés desde mayo de 2020. Washington asegura que la institución que él dirige «proporcionó armas» a los paramilitares para ejecutar los actos represivos contra el pueblo nicaragüense y frente a ese escenario, el alto mando de las fuerzas armadas se negó a dar una orden para desarticular a esos grupos.