La dictadura de Nicaragua firmó con su aliado China un acuerdo de facilidad de crédito por un monto de 65 millones novecientos sesenta mil euros, para el proyecto de diseño y construcción de planta fotovoltaica, para la operación del sistema de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (ENACAL), en San Isidro, Matagalpa.
El acuerdo presidencial número 207-2023, publicado este miércoles, 18 de octubre, en el diario oficial La Gaceta, señala, en concreto, que el dictador Daniel Ortega autorizó al viceministro de Hacienda y Crédito Público para que, «actuando en nombre y representación del Gobierno de la República de Nicaragua, suscriba —el acuerdo— con China Communications Construction Company Limited (CCCC) de la República Popular de China.
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Detalla, además, que la dictadura de Ortega puso como organismo ejecutor para poner en marcha el proyecto a la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados Sanitarios (ENACAL).
Por otra parte, el artículo dos del acuerdo recalca que la certificación acreditará la representación del viceministro de Hacienda, Bruno Mauricio Gallardo, «en la firma del Acuerdo de Facilidad de Crédito, así como todos los documentos que se suscriban (…) cuyos términos y condiciones han sido previamente acordados entre el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP) y China Communications Construction Company Limited (CCCC) de la República Popular de China».
Nicaragua y China restablecieron relaciones diplomáticas en 2021, luego de que Managua cortó los relaciones con Taiwán. Desde entonces, ambos países han firmado memorandos de entendimiento para promover inversiones chinas en el país centroamericano, aunque muy poco hay en concreto de esos «logros».
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Además del tratado de Libre Comercio entre Managua y Pekín, en julio de este año, el régimen de Ortega firmó tres acuerdos de cooperación con el gigante asiático, los que estarían relacionados en la «donación» de 1,481 toneladas métricas de trigo, asimismo se firmó la «donación» de 2,595 toneladas de urea y el envío de 500 buses para el transporte público del país.
Pese a que solo quedó en papel la construcción del canal interoceánico en Nicaragua, la dictadura orteguista sigue apostando y estrechando relaciones con China y lo defiende en todos los espacios posibles.