Durante su intervención en el 78 período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), el presidente de Chile, Gabriel Boric, condenó la persecución de la dictadura de Daniel Ortega en contra de los nicaragüenses.
«Me siento en el deber, como lo he señalado en otros foros internacionales, de denunciar ante esta Asamblea y el mundo la persecución de todo aquel que piensa distinto al gobierno del régimen dictatorial del señor Ortega y Murillo en Nicaragua», dijo este miércoles, 20 de abril, el mandatario chileno.
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Señaló, además, que la dictadura orteguista no solo prohíbe la participación de opositores en elecciones —presidenciales y municipales— «sino que se les persigue, se les priva de su nacionalidad, se les allana sus casas y se les priva de derechos políticos».
Tras las declaraciones de Boric, el exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA ), Arturo McFields, afirmó que el dictador Daniel Ortega Ortega ha quedado «al desnudo ante la opinión mundial».
En entrevista con Artículo 66, McFields afirmó que las declaraciones del presidente Gabriel Boric «son contundentes y relevantes porque Nicaragua estaba despareciendo en esta Asamblea, hasta que —Boric— menciona directamente por nombre a Nicaragua y a la pareja dictatorial».
También subrayó que en esta Asamblea general de la ONU hay «grandes ausentes» como la no participación de los jefes de Estado de Francia, de China, del Reino Unido, la dictadura de Venezuela, en calidad de presidente, mucho menos Nicaragua, en la representación del dictador Daniel Ortega.
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Las palabras de Boric se dan en un contexto de cruces entre el mandatario nicaragüense, quien el 12 de septiembre, durante un acto por el recibimiento de la Antorcha de la Libertad Centroamericana y el desfile policial, Ortega despotricó en su contra, llamándolo «pinochetito» y acusó a la Policía chilena de «asesinar al pueblo».
Ortega y Murillo son señalados, no solo por Boric, sino por la comunidad internacional y organismos de derechos humanos de ser responsables de crímenes de lesa humanidad y de violar los derechos humanos de los nicaragüenses.