La Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Nicaragua, a través de la Dirección de Resolución Alterna de Conflictos (DIRAC), revocó la renovación del Centro de Mediación de la Universidad Centroamericana (UCA).
Esta nueva arremetida en contra de la UCA se publicó este lunes, 14 de agosto, en el diario oficial La Gaceta, días después que se conociera que el régimen de Daniel Ortega ordenó cancelar sus cuentas bancarias y la inmovilización de los bienes inmuebles.
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El Centro de Mediación de esa alma máter estaba trabajando en orden, luego que, el 17 de abril, de este año, la DIRAC le renovara la acreditación, registrado con el número perpetuo 005-2006 con domicilio en Managua.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través de la Dirección General de Migración y Extranjería, le regaló la nacionalidad nicaragüense al bloguero estadounidense Benjamín Daniel Norton, fiel fanático de la dictadura orteguista.
Según la resolución número 3380, publicada este lunes, 14 de agosto, en el diario La Gaceta, señala que el supuesto «periodista», nacido en ciudad Perú, estado Indiana, EE.UU. «identificado con pasaporte 568175984, cédula de residencia permanente nicaragüense No. 000065503, con domicilio y residencia en el departamento de Managua», había solicitado la nacionalidad, misma de la que han sido despojados más de 300 nicaragüenses.
La resolución afirma que el propagandista extranjero cumplió con los requisitos y «formalidades establecidas en la Constitución Política de la República de Nicaragua para adquirir la nacionalidad nicaragüense. Además señala que se tomó en cuenta que Norton es residente permanente desde el 16 de abril del 2021, «de forma continua e ininterrumpida y tener vínculo de afinidad con nicaragüenses».
En cuanto al arraigado fanatismo de Norton por la dictadura orteguista, este comenzó a ser más notorio en 2019, cuando entrevistó al dictador Daniel Ortega, donde no lo cuestionó, por la represión en las protestas sociales del 2018, solo sirvió para republicar, a través de The Grayzone, medio donde trabajó, «los logros» de la dictadura.Luego, en 2021, volvió a aparecer para servir como acompañante electoral en las cuestionadas elecciones presidenciales de noviembre, donde Ortega y Murillo se eligieron sin competencia por cinco años más en el poder.
El número de personas presas políticas en Nicaragua llegó a 78 durante el último mes, de los cuales 12 son mujeres, 14 son personas de la tercera edad y 10 son opositores que sufren cárcel por segunda o más veces, a manos de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, informó el Mecanismo para el Reconocimiento de las Personas Presas Políticas en su más reciente publicación que comprende del 20 de junio al 31 de julio de 2023
El organismo señala que la cifra de personas detenidas por razones políticas en ese periodo creció en un 21 % en comparación con el mes anterior que era de 64. Asimismo, indica que, en el tiempo analizado se registraron 5 detenciones por motivaciones de “persecución política”, de las cuales una persona continúa en cárcel.
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El pasado 9 de agosto, el superdiplomático de la dictadura Ortega-Murillo en Oriente Medio y África, Mohamed Farrara Lashtar, presentó sus cartas credenciales, a través de una videoconferencia desde Kuwait, para oficializar su cargo de embajador «extraordinario y plenipotenciario», ante el Reino de Bahréin, uno de los 11 estados en los que representa al régimen familiar Ortega-Murillo.
El súperembajador actualmente es el hombre en el que los dictadores Ortega y Murillo han delegado sus relaciones «diplomáticas» con Medio Oriente y algunos países de África. Analistas sostienen que el sobrino del fallecido dictador libio Muammar el Gadafi no es un simple embajador sino un «representante internacional de negocios de la familia Ortega-Murillo» en estos 11 estados.
Pero ¿cómo son esos países y qué beneficios podrían representar para Nicaragua? Entre estos hay países islámicos, monarquías constitucionales y otros gobiernos con cuestionados procesos electorales entre los que están Egipto, Kuwait y Jordania.
Tiffani Gutiérrez tiene 19 años. No quería salir de Nicaragua, al igual que gran parte de su familia. Sus amigos, los avances en los estudios y su tierra, eran algunas de las razones que la hacían «pensarla dos veces».
Gutiérrez es parte de una familia de diez integrantes que ahora vive en el exilio. En la actualidad, se abre paso con éxito, logrando la beca en una universidad privada en Costa Rica.«Me vine de mi país con grandes desafíos, uno de ellos es seguir mis estudios y convertirme en una diseñadora gráfica. He logrado una beca en una universidad privada costarricense y me siento feliz», asegura. «Mi mamá y toda mi familia ya estaba en el exilio desde el 2018, por eso creo no fue tan difícil para mi establecerme en este país», contó para este reporte.