El padre Edwing Román, expárroco de la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya, lamentó el exilio forzado de miles de nicaragüenses en estos últimos años, a causa del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Citando el texto bíblico del evangelio de San Mateo 14:16, en el que se narra la multiplicación de los panes y los peses, el sacerdote expresó, a través de su cuenta de Twitter, que «duele ver a nuestra gente marcharse; atrás queda patria, raíces y familiares».
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Agregó que la salida de los nacionales se debe a «distintas clases de hambres: hambre de justicia, de alimentos, de trabajo, de vivir en paz, etc. ¡Señor, también ellos no tienen por qué marcharse!».
Román, quien vive un exilio forzado en Estados Unidos debido a persecuciones, asedios y calumnias, es una de las voces religiosas críticas de la administración Ortega y Murillo que ha exigido el cese de la represión y el retorno de los desterrados.
Desde el 2018, el régimen orteguista ha obligado a decenas de nicaragüenses, entre los que están opositores, defensores de derechos humanos, periodistas y sacerdotes, a abandonar el país para poder proteger sus vidas.
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La represión gubernamental ha arreciado a tal punto de desterrar —en febrero del 2023— y despojar de la nacionalidad a más de 300 nicaragüenses, entre los que están 222 exreos políticos a los que excarceló pero expulsó del país.
Pese a la demanda de defensores de derechos humanos y de la comunidad internacional para que el dictador Daniel Ortega libere a los más de 60 presos políticos, permita el retorno de los exiliados y cese la represión contra la Iglesia católica, no ha acatado el llamado y más bien ha incrementado su ola represiva.