El cuerpo de la nicaragüense Erika Vanessa Reyes, asesinada en España, podría regresar a su natal Nicaragua en los próximos días. La Asociación Nicaragüense Sevilla-España informó que este fin de semana reunieron los 6 mil euros que requerían los familiares para repatriar el cuerpo, el costo total, de acuerdo a miembros de esa organización, asciende a 8 mil euros.
Los fondos se reunieron durante la actividad gastronómica realizada este pasado fin de semana en el municipio de Utrera, España. Sumado a las donaciones recibidas en la cuenta bancaria de la hermana de la joven de 22 años. «En nombre de la familia y de la comunidad nicaragüense queremos agradecer a todas las organizaciones en la ciudad de Utrera, autoridades del municipio y de Sevilla, medios de comunicación que dieron difusión a esta campaña y el aporte de todas las personas que se solidarizaron», cita el comunicado emitido por la Asociación.
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Las cuentas seguirán abiertas para alcanzar la suma total para pagar el trámite de repatriación y llevar el cuerpo de Erika con sus familiares, para que le den el último adiós.
Familiares de jóvenes muertos en EEUU buscan ayuda dentro del país
En Nicaragua, pobladores de Somoto realizan una campaña de recaudación para repatriar los cuerpos de dos nicaragüenses que murieron este pasado viernes en un accidente de tránsito en Carolina del Norte, Estados unidos. Traer a un connacional de regreso tiene un costo aproximado de 6 mil dólares.
«Ellos viajaban en una camioneta que se vio involucrada en un accidente, nosotros estamos haciendo lo posible, nuestro pueblo nos está ayudando a hacer una recolecta, mi hijo tiene que ser sepultado en nuestro municipio», señaló a un medio local la mamá de Joel Alvarado, de 28 años, uno de los jóvenes fallecidos. Alvarado deja a un menor en la orfandad.
La pastoral juvenil de Somoto se unió a esta causa y estarán recorriendo las calles de los municipios de San Lucas y San José de Cusmapa. Familiares del Alvarado radicados en el departamento de Estelí también estarán recaudando donaciones.
«Era el único hijo que tenía, quiero que me ayuden a traerlo a Nicaragua, darle el último adiós, por que ya no logré comunicarme con él», señaló Norma Hernández, madre de Dixon Hernández otro de los fallecidos. Él viajó a Estados Unidos con un grupo de jóvenes que trabajaban en Nicaragua como agricultores y salieron del país para mejorar su condición económica y la de sus familias.
