Jaime Navarrete, prisionero político de Daniel Ortega, sigue preso e incomunicado en las celdas de máxima seguridad del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como «La Modelo», en Tipitapa, a pesar de que ya pagó una codena impuesta por la justicia de Nicaragua.
El 24 de enero de este año, Navarrete cumplió la pena de tres años y seis meses, por los supuestos delitos de posesión de estupefacientes, psicotrópicos, otras sustancias controladas y posesión ilegal de armas, sin embargo el régimen orteguista se niega a liberarlo.
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Un familiar del opositor dijo, en condición de anonimato a Artículo 66, que Navarrete «sigue sufriendo en las cárceles del régimen de Ortega Murillo, pese a que ya cumplió la injusta condena impuesta por sus verdugos y secuestradores».
Recordó que a un mes de cumplirse la condena, la dictadura desterró, el nueve de febrero, a 222 exreos políticos, lista en la que fue agregado, pero que supuestamente el Gobierno estadounidense no admitió.
Pese a que Estados Unidos sacó de la lista a Jaime Navarrete, su familiar afirmó que este tenía que haber sido liberado porque su condena ya se cumplió. «La pena injusta, irracional, aberrante impuesta por delitos que nunca cometió y que fueron fabricados por la maquinaria dictatorial se cumplió».
Denunció, además, que desde el mes de noviembre del 2022 Navarrete no recibe paquetería ni visita familiar, luego que su tío Rodrigo Navarrete, el único familiar que lo visitaba, fue igualmente secuestrado, para luego ser liberado, pero obligado al exilio.
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Agregó que en diciembre del mismo año, la madre del rehén político, que reside en Estados Unidos, llegó a Nicaragua para visitarlo, pero las autoridades de «La Modelo» le negaron la visita y entrega de alimentos.
«Desde esa fecha han transcurrido casi ocho meses de total crueldad y violación a las normas, convenios y tratados firmados por Nicaragua en materia de derechos humanos. Jaime está totalmente aislado, tememos por su vida e integridad física», expresó preocupado el familiar, quien demandó su libertad inmediata.
Para la familia del prisionero político, el negarle la libertad es un «capricho» de sus carceleros. «De Jaime no sabemos absolutamente nada, por lo que hacemos un llamado urgente a los diferentes organismos de Derechos humanos a realizar gestiones por su inmediata liberación», manifestaron.
Jaime Navarrete fue secuestrado por primera vez en 2018 y condenado a 24 años de cárcel, supuestamente por haber asesinado a un paramilitar, sin embargo salió de prisión bajo la polémica Ley de Amnistía orteguista, el 10 de junio de 2019. Su libertad fue una de las más cortas porque el 24 de julio del mismo año fue nuevamente capturado, para luego acusarlo y condenarlo por delitos relacionados con drogas.