El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, volvió a exigirle a la dictadura de Nicaragua la liberación del obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de a Diócesis de Estelí, monseñor Rolando José Álvarez, a quien llamó «profeta de Dios» y dijo es inocente de los delitos que le achacó la administración sandinista para encarcelarlo.
Oficiando desde la Iglesia Santa Agatha, en Miami, EE. UU., donde se encuentra exiliado; el obispo prelado instó a celebrar la eucaristía con fe y esperanza, pidiendo a Dios fortaleza.
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Seguido, Báez expresó a los feligreses reunidos en el templo que deben recordar al hermano, monseñor Rolando Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa, «quien aún sigue injustamente detenido en las cárceles de la dictadura sandinista de Nicaragua».
El líder católico está recluido en una celda de aislamiento de la cárcel conocida como La Modelo, en Tipitapa, pagando una pena de 26 años y cuatro meses que le impuso la justicia al servicio de la dictadura, en un juicio exprés, sin testigos ni defensa idónea. Fue acusado por el régimen Ortega-Murillo del supuesto delito de conspiración para cometer menoscabo a la soberanía e integridad nacional, lo que la dictadura llama «traición a la patria».
Báez reiteró que monseñor Álvarez es inocente y debe ser liberado. «Es inocente, es un profeta de Dios, debe ser liberado, debe volver con su pueblo», remarcó.
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También llamó a los católicos a «esperar en Dios» y sobre todo orar por el religioso encarcelado, «como cuando Pedro estaba en la cárcel y toda la Iglesia oraba. Oremos hasta la celda donde está Rolando, para que el Señor le dé salud y fortaleza y aumente su esperanza y que muy pronto lo tengamos en medio de nosotros», insistió el obispo Báez.
Recientemente, trascendió la información que los dictadores Ortega-Murillo negociaban un segundo intento de destierro del obispo, sin embargo, según fuentes que hablaron con algunos medios de comunicación, como Confidencial, monseñor Álvarez se habría negado a aceptar la excarcelación a cambio del destierro.