La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo continúa su escalada represiva contra la Iglesia Católica y esta vez negó el ingreso a Nicaragua al sacerdote Juan Carlos Sánchez, vicario de la parroquia San Francisco de Asís, de Managua, obligándolo al destierro.
La información fue divulgada por la abogada e investigadora Martha Molina, que se ha especializado en dar seguimiento de la represión del Gobierno sandinista contra la institución religiosa.
De acuerdo con los datos recibidos por la abogada, el sacerdote Sánchez regresaba a su país este fin de semana, luego de un viaje a Bolivia, donde participó en una ordenación sacerdotal. Luego, viajó a Miami, Estados Unidos, para visitar a unos familiares.
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Cuando se disponía a regresar a Nicaragua, la aerolínea le notificó que su ingreso había sido negado.
Molina confirmó a Artículo 66 que, la Dirección General de Migración y Extranjería, fue la encargada de prohibir la entrada al país del religioso. Este caso se suma al de once sacerdotes nicaragüenses más desterrados de esta forma.
Hasta la fecha, al menos 84 religiosos, entre sacerdotes y monjas, se han visto obligados a salir del país para ponerse a salvo de la represión ejecutada por la dictadura orteguista desde 2018.
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En el estudio «Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?», de la investigadora Molina, se detalla que unos 44 religiosos y 40 monjas han salido del país en estos últimos cinco años, pero principalmente durante 2022 y el presente año.
La campaña de agresiones que mantiene la dictadura contra la Iglesia católica incluye el encarcelamiento de cinco sacerdotes, entre ellos al obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez.