Fue en horas de la madrugada. Policías y civiles armados se tomaron las instalaciones del colegio católico Santa Luisa de Marillac. Las religiosas que lo administran vivieron momentos de terror. Además, comunitarios oyeron el movimiento de vehículos en el que viajaban los represores que llegaron al centro de estudios.
El colegio, ubicado en San Sebastián de Yalí, es administrado por las Hijas de Santa Luisa de Marillac, que tienen tres décadas de evangelizar en las comunidades de este municipio de Jinotega.
Los comunitarios detallaron que en horas de la madrugada de este martes, agentes de la Policía y paramilitares se tomaron el colegio y el convento de las Hijas de Santa Luisa de Marillac.
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«Fue en la madrugada, llegaron al colegio, unos entraron y otros rodearon el lugar. En minutos tenían todo rodeado», indicó una madre de familia que tiene a sus hijos en el centro de educación religioso.
«Desde ese momento nadie ha salido de su casa por temor a los uniformados. Hay mucho miedo. Entendemos que se llevaron a una monja o dos, hay mucha confusión todavía», agregó la comunitaria.
Monjas expulsadas
El temor de los comunitarios no fue infundado. El régimen de Daniel Ortega expulsó a tres religiosas de la congregación Hijas de Santa Luisa de Marillac.
Los pobladores dijeron que entre las religiosas que la Policía se llevó, se contó a Sor Janet, quien es la superiora de esa congregación católica.
«El régimen sandinista ordenó la expulsión de tres religiosas de la congregación Hijas de Santa Luisa de Marillac, otro abuso», denunció la investigadora Martha Patricia Molina, quien ha registrado los ataques sistemáticos del régimen contra la Iglesia católica nicaragüense.
«Sor Janet, quien es la superiora, está enferma, pero eso no les importó a los sandinistas», dijo otro comunitario preocupado.
Otro ciudadano confirmó que al pasar en su motocicleta pudo observar policías y paramilitares. «Sentí mucho miedo y me alejé rápido de ahí. No sé qué va pasar con las monjitas, ni con el colegio, pero afecta a todos», lamentó.
Para este reporte, se consultó este martes a las autoridades de la Iglesia católica de Jinotega, quienes expresaron que «manejan poca información sobre el tema». «Vamos a esperar, no sabemos qué pasa», dijo un religioso del departamento.
Incertidumbre en la comunidad
Hasta el cierre de esta nota, tanto policías como paramilitares permanecían en las instalaciones del colegio católico y el convento de las hermanas de Santa Luisa de Marillac.
Esta sería la más reciente arremetida del régimen Ortega y Murillo en sus intentos por callar la voz de la Iglesia católica de Nicaragua. En tanto los comunitarios, especialmente los que tienen hijos estudiando en el centro educativo, dijeron «vivir horas de incertidumbre».
Por Voces Unidas