La representación diplomática de la dictadura Ortega-Murillo en Costa Rica justificó ante la Cancillería costarricense que negaron la entrada a territorio nicaragüense, el pasado 24 de mayo, a 98 turistas de ese país, porque se iban a reunir con una organización que no tiene personería jurídica.
De acuerdo con información publicada por varios medios costarricenses, el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país, pidió a la Embajada de Ortega una explicación del porqué las autoridades migratorias le negaron la entrada a suelo nicaragüense a 98 turistas ticos.
La respuesta de la sede diplomática orteguista fue que los ciudadanos costarricenses, que en su mayoría pertenecen al Club de Leones de ese país, iban a reunirse con una ONG ilegal, según reportó el medio AmeliaRueda.com, citando al canciller Arnoldo André Tinoco.
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De acuerdo con ese medio informativo, la respuesta envianda al canciller costarricense por la embajada orteguista fue que «estas personas no hicieron el proceso de tramitología que pide Nicaragua, como Estado soberano, para reuniones de organizaciones que no tienen personería jurídica en Nicaragua».
El pasado miércoles 24 de mayo, un grupo de 98 ciudadanos costarricenses intentaron acceder a suelo nicaragüense por el puesto fronterizo de Peñas Blancas, pero las autoridades migratorias del país a visitar, luego de una demorada consulta, les comunicaron que su entrada al país había sido denegada. Dentro del grupo de turistas rechazados por Nicaragua se encuentran integrantes del Club de Leones costarricense.
La dictadura de Daniel Ortega y su esposa, la vicedictadora Rosario Murillo, mantienen una guerra abierta contra la sociedad civil, en la que han cancelado más de tres mil Organizaciones Sin Fines de Lucro (OSFL), entre las que se cuentan varios clubes de leones, en varios departamentos, por tal razón, dicha asociación es considerada por el régimen como una «organización ilegal».
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El grupo de turistas ha expresa su pesar por no haber materializado su vista el país de lagos y volcanes, pero también su inconformidad porque el viaje había sido bien tramitado y la inversión que realizaron sobrepasa los 45 mil dólares, dinero que no van a poder recuperar.
El diputado costarricense del partido liberacionista, Gilberth Jiménez, cuando hizo la denuncia del caso y solicitó la intervención de la Cancillería de su país, insistió en que «esto no debe volver a ocurrir».
Es mucho afectación a los costarricenses de parte del dictador Ortega y su esposa Rosario, en cambio nosotros si los recibimos con los brazos habiertos aquí en tiquicia, como es el asunto!
Porque les gusta visitar un país, conflictivo, armado y dictatorial. Que es que no hay otros lugares que visitar. Parece que les gusta la polémica. Ahora vienen a quejarse sabiendo lo que es Nicaragua. No el pueblo sino ese par de genios que están en el poder.
Y aquí dejando entrar a cuánto se le ocurra pasar la frontera, ni documentos les piden, por eso entrar ese montón de inútiles homicidas, ojalá se llegue el día en que se restringe la entrada a cualquiera…
De verdad que es difícil quitarse de encima una dictadura. Ahí está Cuba, soportando la suya desde 1959. Y Venezuela, con varias décadas de sufrir la ineficiencia administrativa y la crueldad de sus propios tiranos. Duele Nicaragua, tan cercana!