A las dos de la tarde de este miércoles arribaron a Costa Rica las monjas Isabel y Rosario Blanco, de la Congregación de las Hermanas Dominicas de la Anunciata, que atendían el asilo de ancianos López Carazo, ubicado en la ciudad de Rivas, después de que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenó su expulsión del país.
La Diócesis de Tilarán-Liberia informó en sus redes sociales que las religiosas fueron recibidas en el puesto fronterizo de Peñas Blancas por su hermana Violeta Blanco Cubillo junto a su esposo, Carlos Vargas.
“Ante estos hechos, el obispo de la Diócesis de Tilarán-Liberia, Monseñor Manuel Eugenio Salazar (obispo de la diócesis), externa su deseo de brindar cualquier apoyo que requieran estas religiosas, sus familiares y/o sus hermanas de esta congregación”, señaló la entidad religiosa.
Según se conoció más temprano, mediante una notificación dirigida a la Diócesis de Granada, a cargo de monseñor Jorge Solorzano, el régimen ordenó la salida de las religiosas en un plazo no mayor a las 72 horas. Ni las autoridades eclesiales ni la dictadura han explicado los motivos de la expulsión.
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El obispo Salazar en una breve declaración también pidió mantener la oración por la Iglesia católica de Nicaragua, especialmente por monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, a quien el régimen sandinista mantiene secuestrado tras haber sido condenado a más de 26 años de prisión. “¡María Madre Inmaculada, defiende y protege a Nicaragua!”, clamó el religioso costarricense.
Represión contra monjas
Esta nueva arremetida contra monjas se suma a la reciente confiscación del monasterio, propiedad de la congregación Hermanas Trapenses, ubicado en Santa María de la Paz, en San Pedro del Lóvago. La acción de la dictadura Ortega y Murillo se dio a pesar de que la asociación fue disuelta de forma voluntaria.
Las religiosas, que salieron del país el 24 de febrero, de forma voluntaria y por razones personales, señalaron que fue el Ministerio de Gobernación (Migob) quien les informó que el edificio fue entregado al Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA).
La salida de las Hermanas Trapenses se dio en un contexto donde el Gobierno de Nicaragua ha arreciado su ola represiva contra la Iglesia católica de Nicaragua, misma que ha alcanzado a organizaciones religiosas que realizaban obras de caridad, las últimas en ser expulsada del país fueron las Hermanas de la Caridad, orden creada por Madre Teresa de Calcuta, en junio de 2022.