Los líderes del G7 se reunieron en Hiroshima el viernes para rendir homenaje a las víctimas de la destrucción de la ciudad japonesa en 1945 por una bomba atómica.
Los jefes de Estado y de gobierno de las siete democracias industrializadas, incluidas varias potencias nucleares, fueron recibidos uno a uno en el Parque Memorial de la Paz por el primer ministro japonés, Fumio Kishida.
El dirigente japonés quiere incluir el desarme nuclear en la agenda de la cumbre que se inauguró el viernes y espera poder aprobar su llamado Plan de Acción de Hiroshima, presentado en 2022, que incluye un nuevo compromiso de no utilizar armas nucleares, transparencia sobre los arsenales y nuevas reducciones de armamento.
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Sin embargo no se esperan avances significativos en esta cuestión durante la cumbre, en un contexto de nuevas tensiones con potencias nucleares como Rusia, Corea del Norte y China.
Los líderes del G7, entre ellos el presidente estadounidense, Joe Biden, y el de Francia, Emmanuel Macron, depositaron el viernes coronas de flores en el monumento funerario que recuerda a las cerca de 140.000 personas muertas por la bomba atómica estadounidense, lanzada el 6 de agosto de 1945.
También visitaron el Museo Memorial de la Paz, testigo del horror del bombardeo atómico, y conocieron a una superviviente, Keiko Ogura, que tenía ocho años en el momento del bombardeo.