A través de una publicación en su red social de Facebook, la líder opositora y exrea política del Régimen de Nicaragua Violeta Granera relató parte del «dolor» que vivió encerrada en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua, por estar incomunicada de sus seres queridos.
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«(…) me conmueve pensar lo que sufrieron nuestras familias. Creo que más que los que estábamos —presos— en El Chipote; pero ni siquiera este dolor nos permitían compartir! Porque la incomunicación con nuestros seres queridos fue lo peor de lo peor», expresó Granera, actualmente desterrada en Estados Unidos.
«Yo francamente estoy sorprendida y agradecida con Dios de haberme permitido sobrevivir a esa inhumana tortura y de habernos sostenido a todas y a todos, y poco a poco voy realizando o aceptando lo duro que fue», agregó.
Asimismo subrayó que le ha costado asimilar la situación que vivió por más de 20 meses encerrada en las celdas de «El Nuevo Chipote» porque (ella) tiende «a no patinar en los problemas y a buscar las soluciones».
«Estoy recibiendo un apoyo invaluable de esta gran y maravillosa solidaridad que estamos recibiendo de Ángeles humanos/as nicaragüenses y extranjeros “que vuelan a nuestro alrededor” y poco a poco siento que voy renaciendo, con fe y esperanza en nuestro retorno a nuestra amada Nicaragua», enfatizó la integrante de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab).
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Granera, de 70 años, fue secuestrada el ocho de junio de 2021. El juez Quinto de Distrito Penal de Juicios Félix Ernesto Salmerón Moreno la condenó a ocho años de prisión e inhabilitada a ocupar cargos públicos, supuestamente por «conspirar para cometer menoscabo a la integridad nacional».
Durante su cautiverio —según denunciaron en reiteradas ocasiones sus familiares— fue sometida a tratos crueles e inhumanos. El nueve de febrero de este año fue desterrada junto a otros 221 exreos políticos a Estados Unidos. La dictadura orteguista también la despojo de su nacionalidad, acusándola de traición a la patria.