Periodistas locales de León se quejan de «las relaciones frías» que tiene el obispo de esa Diócesis con ellos. Monseñor René Sócrates Sándigo ha mencionado a religiosos de su confianza que no quiere tener ningún contacto con periodistas, bajo el argumento que «después lo tergiversan todo».
«Es faltarle al respeto a gente que hace bien su trabajo», dijo uno comunicador que tiene más de 30 años en un medio radial y que se declaró inquieto con la postura del religioso hacia la prensa leonesa. «Este mes se celebra a los periodistas, es un mal ejemplo para otras personas en posiciones influyentes y es lamentable que venga de un obispo», criticó.
El 24 de agosto de 2019, René Sócrates Sándigo llegó a la ciudad universitaria a ocupar el cargo de obispo de la Diócesis de León. Según los periodistas de trayectoria, es el jerarca el que se ha puesto en una posición incómoda con los medios de prensa locales.
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«Él ha sido cuestionado porque en nada ha tomado el legado de su antecesor, monseñor Bosco Vivas. El religioso se llevaba con los periodistas, hablaba más con la gente y se identificaba con los que sufren. No se siente eso de monseñor Sándigo, es lamentable», dijo una reportera independiente.
¿Igual que Murillo?
Sándigo ha expresado que no brinda entrevista con el pretexto de que tergiversan sus posturas. «Ese día solicitamos una entrevista con él y nos atendió Fátima, su secretaria. Pienso que lo agarramos «movido» y de inmediato nos pasó con monseñor. Antes de llegar a su escritorio nos advirtió: «yo les contestaré solo preguntas sobre temas que me competen, de política no, porque no soy un político», dijo de entrada. «Al momento nos sentimos amedrentados», contó un periodista leonés que por años se destacó como corresponsal de León del extinto periódico El Nuevo Diario.
Criticaron que ese mismo argumento de «la tergiversación» es el que utilizó la vocera gubernamental Rosario Murillo para crear su propio emporio de medios y evitar las preguntas incómodas y las explicaciones que está obligada a dar por ser una asalariada del Estado de Nicaragua, igual que su esposo, y sus hijos.
Otros comunicadores relatan que «es una odisea buscar» a Sándigo en su oficina, aunque sea para preguntarle sobre noticias propias de la vida pastoral de la ciudad. «Siempre se esconde o la secretaria anota una fecha para la entrevista y nunca te llaman; eso es jugar con el periodista. Es extraña esa actitud para con nosotros; monseñor Bosco Vivas era diferente. Había respeto», se quejaron.
Monseñor René Sándigo ha puesto distancia con los periodistas desde que es obispo de León. Periodistas recuerdan que tan solo una vez celebró el Día Nacional del Periodista un primero de marzo, lo que fue posible debido a la petición de varios comunicadores que le dijeron que era una tradición celebrarlo con monseñor Vivas. «Pero eso ya es historia», reiteran.
Medios de la diócesis ya no existen
En León, tres medios de la diócesis fueron cerrados por el régimen: Canal 98 Purísima TV en Telecable, Radio Magníficat y Canal Lignun Crucis, en Corinto. Según fuentes del clero, Sándigo orientó que se dijera a todo el que preguntará que estaban fuera del aire por problemas de mantenimiento técnico.
«Lo que saben decir es que a la antena de Radio Magníficat le cayó un rayo y por eso estaba fuera del aire; pero ya todos sabemos que fue censurada», enfatiza una fuente cercana a la Diócesis de León.
Las fuentes del clero manifestaron que el obispo encontró «los medios de comunicación funcionando, un sitio web donde se publicaban notas informativas del quehacer pastoral de las parroquias, la radio sonando con su repetidora en el cerro Casita, el canal, a pesar de que fue administrado por los Misioneros Marianos, tenía un personal de más de 10 colaboradores, ellos cubrían la planilla y, después de TV Merced de Matagalpa, que era el mejor canal católico», dijeron.
Con la llegada de Sándigo se impuso una postura muy autoritaria en relación con los medios de comunicación de la diócesis, los que duraron unos cuantos meses funcionando. «Las cosas, aunque estén mal, se tienen que hacer a como él dice, de lo contrario vas mal», aseguran las fuentes consultadas.
Algunos feligreses no ven con buenos ojos al que dirige el área de comunicación de la Diócesis. «Es un muchacho que sin ser comunicador social dirige los medios de comunicación, y ha marcado distancia entre la diócesis y los periodistas, porque la primera orientación de Sándigo fue no tener cercanía con la prensa», remarcan.
El descontento de los periodistas independientes aumenta y crece ante la falta de intercambios con el jerarca de León. «No solo nos ignora, nos desprecia», apuntan, quienes extrañan la época en que cada primero de marzo conversaban abiertamente con el prelado de la Iglesia católica de este departamento.
Por Voces Unidas