El subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Brian Nichols, condenó este lunes la condena impuesta por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra de monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y el destierro de 220 presos políticos.
El pasado 10 de febrero la justicia sandinista impuso una sentencia de 26 años y cuatro meses de cárcel en contra del prelado, y al pago de una multa de 1,600 dólares, además de privarle de su nacionalidad nicaragüense y de sus derechos ciudadanos a perpetuidad.
El oficialismo culpa al obispo de Matagalpa por los delitos de menoscabo a la integridad nacional, propagación de noticias falsas, obstrucción de funciones agravada, desobediencia y desacato a la autoridad, después de que el líder religioso no quiso abordar el avión que lo mandaba al destierro junto a los otros 222 presos políticos.
“Condenamos la sentencia del gobierno de Nicaragua al obispo Rolando Álvarez a 26 años de prisión, así como la decisión de despojarlo a él y a todos los presos políticos liberados de la ciudadanía nicaragüense. Seguimos pidiendo la liberación del obispo Álvarez”, escribió Nichols en su cuenta oficial de Twitter.
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Condenamos la sentencia del gobierno de Nicaragua al obispo Rolando Álvarez a 26 años de prisión, así como la decisión de despojarlo a él y a todos los presos políticos liberados de la ciudadanía nicaragüense. Seguimos pidiendo la liberación del obispo Álvarez. -BAN
— Brian A. Nichols (@WHAAsstSecty) February 13, 2023
Más temprano, Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, se sumó a la demanda de liberación del obispo nicaragüense y aseguró que la excarcelación de los otros 222 presos políticos “no fue una panacea”.
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La semana pasada “dejamos muy claro” que la liberación de esos presos políticos “es un paso bienvenido, fue un paso constructivo, pero de ninguna manera fue una panacea para las muchas preocupaciones que tenemos respecto al régimen” del mandatario Daniel Ortega, “incluyendo la represión y opresión que sigue ejerciendo contra su propio pueblo”, insistió Price.
De hecho, el pasado viernes, un día después de la excarcelación y deportación de los opositores, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, habló por teléfono con su homólogo nicaragüense Denis Moncada sobre “la importancia del diálogo constructivo”.