El Mecanismo para el Reconocimiento de las Personas Presas Políticas denuncia que la lista de ciudadanos encarcelados por ser críticos al régimen de Ortega aumentó a 245. El recuento cerró en enero de 2023. Con este dato, se reflejan 10 nuevas detenciones, principalmente de pobladores vinculados con la Iglesia católica y familiares de presos políticos.
«Entre las personas detenidas se encuentran activistas territoriales, familiares de personas presas políticas e integrantes de la Diócesis de Matagalpa. De las siete (7) personas aún en prisión a la fecha, cinco (5) han sido reconocidas según criterios del Mecanismo como personas presas políticas, de las cuales dos (2) aparecen en el listado mostrado al final del presente informe y tres (3) han sido añadidas como personas anónimas», refiere el informe de la organización.
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Reiteran que durante estos dos últimos meses observaron «el uso incremental de agresiones a familiares de personas presas políticas y activistas. Estos actos han sido utilizados por el Estado como mecanismos ejemplificantes y aleccionadores, que buscan profundizar la autocensura y desmovilización ciudadana frente a la lucha por la libertad de personas presas política».
«Este nuevo mecanismo represivo que toma relevancia en la estrategia de control del régimen en Nicaragua se ha expresado en detenciones arbitrarias y judicialización de familiares de personas presas políticas. Así como en el incremento de agresiones a familiares durante visitas y en amenazas a personas presas políticas con agredir a familia si realizan cualquier acción de resistencia en los centros de reclusión», agrega el documento.


El mecanismo se muestra especialmente preocupado por las personas presas políticas detenidas antes de 2018 y que presentan deterioro en su salud debido a las condiciones en las que se encuentran cautivos en los distintos sistemas penitenciarios del país donde son sometidos a torturas y tratos crueles. Algunos han desarrollado problemas de salud derivados del encierro como diabetes, gastritis, problemas renales crónicos y cáncer.
«El uso de las celdas de máxima seguridad, las condiciones de insalubridad de las celdas y los malos tratos y torturas han impactado negativamente en el estado físico de ellos, generando enfermedades como alergias por hongos, ceguera por la falta de luz, estreñimiento, dolores de hueso por los golpes y secuelas por COVID-19. Así como también estrés, ansiedad y depresión», refiere el informe.
Del listado presentado por el mecanismo 61 personas están recluidas en la DAJ conocida como «El Chipote». 16 personas estás en delegaciones municipales de la policía y 12 en casa por cárcel. 146 se encuentran recluidas en los distintos centros del Sistema Penitenciario Nacional. Además, aumenta a 40 la cifra de personas presas políticas mayores de 60 años.
Continúa aumentando el número de personas presas políticas procedentes del departamento de Matagalpa. Siendo este el tercer departamento con más presos y presas políticas actualmente, luego de Managua y Masaya.