El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) denunció que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, durante el primer mes de 2023, ha profundizado la persecución contra la Iglesia católica.
La escalada represiva de la dictadura orteguista «evidencia que vivimos en un país donde la persecución religiosa es un riesgo real», señaló en un video publicado en su cuenta de Twitter. El organismo enumeró una serie de atropellos y violaciones a los derechos humanos a los que se enfrentaron los religiosos en enero.
En lo que va del año, el régimen de Ortega y Murillo montó «juicios espurios» en contra de los sacerdotes Óscar Benavidez, Ramiro Tijerino, José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios; el diácono Raúl Antonio Vega; los seminaristas Melkin Centeno y Darvin Leiva; y el camarógrafo Sergio Cárdenas.
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Además, la justicia orteguista le realizó audiencia inicial a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, quien fue remitido a juicio «sin fecha para su realización, prologándole el limbo jurídico», sostuvo el Cenidh.
A todos los religiosos, excepto al obispo Álvarez porque aún no ha enfrentado juicio, el régimen los declaró culpables de los supuestos delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas.
La entidad también incluyó que, durante el mes de enero, Ortega «prohibió e impidió actividades religiosas en distintas iglesias a nivel nacional».
Subrayó que «ha negado la entrada a sacerdotes a su propio país» como ocurrió recientemente con monseñor Rodrigo Urbina, párroco de la iglesia San Juan Bautista de Sutiaba, perteneciente a la Diócesis de León y Chinandega, quien se disponía a volver a Nicaragua de un viaje a Miami, Estados Unidos.
Además, «ha forzado a otros religiosos al exilio, a causa de persecución y amenazas de detención. Los sacerdotes Carlos Zeledón, párroco del municipio de San Dionisio, y Jorge Leonel Mairena Sánchez, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Lourdes de El Tuma-La Dalia, en Matagalpa, son los casos más recientes».
El Cenidh aseguró que el régimen no solamente pretende «desarticular» completamente a la Diócesis de Matagalpa, sino también «desmantelar a toda la Iglesia católica».
«¿Acaso pretenden sustraer a los nicaragüenses de sus opciones religiosas e imponer creencias ajenas disfrazadas de cristianismo?», cuestionó.
«Ante este panorama lleno de violencia generalizada que afecta en primera línea a la Iglesia católica, exigimos al régimen con las fuerzas de las palabras del santo de America monseñor Oscar Arnulfo Romero que cese la represión», concluyó.