El preso político Edder Muñoz Centeno fue salvajemente golpeado por oficiales del Sistema Penitenciario de Granada el pasado miércoles, cuatro de enero, denunciaron diversas organizaciones opositoras.
El opositor de 35 años, originario de Masaya, fue víctima de una «brutal tortura por carceleros», denunció la Articulación de Movimientos Sociales (AMS) en sus redes sociales.
El cuatro de enero, a eso de las 10 de la mañana, un grupo de guardias penitenciarios ingresó a la celda de Edder Muñoz a hacer una requisa. Durante la revisión le botaron al piso sus medicinas y alimentos. Ante esta situación el preso político reclamó por lo sucedido y fue amenazado, señala un relato del suceso.
Acto seguido fue sacado de su celda y trasladado a otro sitio donde había un contingente de unos 20 carceleros y cinco oficiales antidisturbios. En el lugar fue esposado con las manos hacia atrás y colgado de las muñecas quedando suspendido por más de 30 minutos.
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En ese tiempo que estuvo suspendido y sus pies rozaban el suelo «recibió golpes en la espalda, en el oído izquierdo a palma abierta y ha quedado un poco sordo, lo golpearon en las costillas, en la cara recibió cachetadas y patadas, así mismo golpes en el abdomen, y con el tacón de la bota. Le reventaron el dedo medio del pie izquierdo».
«Desde la AMS denunciamos estos brutales atropellos a los derechos humanos. Exigimos que sea respetada su integridad y liberados de forma inmediata e incondicional», denunció la organización y demandó la libertad inmediata del rehén de conciencia.
Esta es la tercera ocasión que Edder Muñoz sufre cárcel bajo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. En noviembre de 2018, fue acusado por terrorismo. Salió en libertad el 20 de mayo de 2019; sin embargo, el 22 de septiembre del mismo año fue nuevamente capturado, siendo liberado horas después. La tercera y última ocasión fue el 23 de noviembre de 2021.
Durante el juicio, los testigos que presentó el Ministerio Público en contra de Edder Muñoz fueron los mismos policías que lo capturaron en un «operativo» que terminó con el allanamiento de su casa y con la supuesta incautación de 85.1 gramos de cocaína. Así mismo, un arma de fuego marca Tauro, calibre 38. Además, señalan que se le encontraron 4,160 córdobas y un teléfono Samsung A50.
Al opositor le atribuyeron los supuestos delitos de tráfico de estupefacientes, psicotrópicos y otras sustancias controladas; la misma imputación que se le ha hecho a otros presos políticos que han sido recapturados.
En febrero de 2022, más de dos meses después de estar encarcelado, el juez orteguista William Irving Howard López lo declaró culpable y condenó a ocho años y seis meses de cárcel.
En septiembre de 2022 fue beneficiado con medidas cautelares por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), organismo que considera que el opositor se encuentra en una «situación de gravedad» en las celdas de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La CIDH urgió al régimen adoptar medidas para asegurar que las condiciones de detención de Edder Muñoz sean compatibles con los estándares internacionales, entre ellos que se garantice que no sean objeto de amenazas, intimidaciones, hostigamientos o agresiones dentro del centro penitenciario y acceso a atención médica adecuada y especializada.