El periodista Miguel Mora recibió el siete de diciembre la «visita especial» en la Dirección de Auxilio Judicial en Managua de su esposa, hijos, nietos y madre. Por segunda vez, el preso político pudo ver y compartir con su hijo «Miguelito».
«Cuando llegamos al auditorio, ya Miguel nos esperaba en la mesa. El niño estaba desesperado por ver a su papá. Y cuando lo miró le dijo: “Padre, no te había visto. Padre, ¿sos vos? No te había visto. Oró por su padre y le puso la mano en la cabeza “Diosito, cuida a mi papá. Amén”», relató Verónica Chávez, esposa de Miguel Mora, en entrevista con 100% Noticias.
Noticia relacionada: Preso político Miguel Mora logra que le den visita de su hijo Miguelito en «El Chipote»
Chávez afirma que Miguelito entabló una larga conversación con su padre, se sentó junto a él y compartieron alimentos. Cuando Mora le preguntó qué estaba aprendiendo «Miguelito le dijo que las vocales, los números, las sílabas, los colores».
Además, aprovechó para «poner quejas» a su padre sobre su mamá, «y yo que bárbaro Miguelito, solo a eso viniste a poner quejas, y el niño en carcajadas», expresó Chávez. Entre bromas, el periodista le dijo a su hijo que «quien manda en la casa es Miguelito Mora y nadie más».

Mora Barberena se encuentra encarcelado en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua, conocida como «El Nuevo Chipote», desde el 20 de junio de 2021, en el marco de las elecciones presidenciales de Nicaragua. El aspirante a la Presidencia fue condenado por la jueza Segundo de Distrito Penal de Juicios de Managua, Nadia Camila Tardencilla, a 13 años de prisión, supuestamente por conspirar «para cometer menoscabo a la integridad nacional».
El periodista fue objeto de agresiones, acoso cibernético de adeptos al régimen y le fueron confiscados los equipos, la frecuencia e instalaciones del Canal 100% Noticias. Desde finales de 2018, estuvo preso por primera vez durante seis meses en el Sistema Penitenciario Nacional Jorge Navarro, en Tipitapa, y salió en libertad el 11 de junio de 2019, bajo la polémica Ley de Amnistía.
A lo largo de estos meses de incomunicación entre los presos y presas políticos con sus hijos e hijas, los familiares calificaron esta acción del régimen de Nicaragua como «tortura psicológica» y violación a sus derechos humanos.
Durante esta visita familiar pudieron compartir con sus familiares e hijos menores, una demanda constante de parte de sus parientes y organizaciones de derechos humanos que han solicitado al régimen que permita a los niños tener comunicación con sus padres. Algunos de los opositores se han sometido a huelga de hambre como una forma de presión para que les permitan ver a los pequeños.