El migrante nicaragüense identificado como Carlos Marconis Antón Catín, de 37 años, fue asesinado de un balazo y luego quemado en la ciudad de Chahuites del estado mexicano de Oaxaca, informó la organización Texas Nicaraguan Community.
La entidad humanitaria detalló que Antón Catín había salido desde el cinco de noviembre «a ganarse algo de dinero vendiendo en las calles pan y café para continuar su viaje y ya no regresó».
La familia de la víctima expuso a Texas Nicaraguan Community que su pariente «viajaba hacia Estados Unidos para darle una mejor vida a sus hijos», pero en el camino «le dispararon y lo quemaron».
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Antón Catín era originario de Chinandega, del reparto La Florida. El joven fue identificado por sus familiares porque una funeraria compartió en redes sociales la fotografía de un tatuaje que decía «Mercedes» en su pierna izquierda.
«Una disculpa, ya que por respeto a sus familiares no podemos compartir las imágenes de rostro completo, señas particulares tatuajes en la pierna izquierda», indica la información publicada por la Casa Funeral San Pedro.
El cadáver del nicaragüense fue encontrado en un paraje llamado «Paso Carreta», a un kilómetro del puente del mismo nombre, en un camino de tierra en Chahuites, México.
Medios mexicanos en Oaxaca reportaron el hallazgo del cuerpo, al lugar de los hechos se presentaron policías municipales y estatales, así como oficiales de la Guardia Nacional para investigar el crimen.
Las cifras de migrantes nicaragüense que fallecen en su trayecto hacia Estados Unidos, siguen en aumento. Son muchos los que han perecido ahogados en el temible río Bravo, otros en accidentes de tránsito en México, o bien son asesinados por delincuentes.