La nicaragüense Karla Patricia Rocha Fuentes, de 45 años, fue asesinada en Costa Rica por su hijo de apellidos Morales Rocha, de 21 años, quien le propinó una puñalada en el pecho y luego huyó del lugar. Según información preliminar, el joven padecía de problemas mentales.
Rocha falleció en un hospital de San José, Costa Rica, a donde fue trasladada el 30 de octubre, luego de que su hijo tomara un cuchillo de cocina para atacarla y abandonarla en la vivienda ubicada en Bajo Los Laras, en Sagrada Familia, de la capital. El caso está bajo la investigación de los agentes de Homicidios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la versión oficial apunta a que el señalado fue detenido por la Fuerza Pública.
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«De forma preliminar la persona que la agredió supuestamente padece de un problema mental», señala el OIJ. Algunos medios costarricenses dieron a conocer que el atacante fue hallado en casa de vecinos.
Rocha era de la comunidad Esquipulas, de la Isla de Ometepe, Rivas, sin embargo desde hacía muchos años vivía en Costa Rica donde nacieron sus hijos. Sus familiares expresaron que su cuerpo será trasladado este 1 de noviembre a su localidad de origen para darle cristiana sepultura.
A finales de octubre, se registró otro asesinato en el vecino país. La joven nicaragüense Rachell Mariana Traña Reyes, de 22 años, fue asesinada en el patio de su casa cuando un sujeto ingresó y le disparó varias veces en presencia de su hijo de dos años. Las autoridades judiciales costarricenses reportaron que el agresor le realizó cinco disparos en la cabeza, cara, abdomen y espalda.
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El niño resultó ileso y la Cruz Roja de Costa Rica lo trasladó a un centro médico de la zona para que los doctores lo atendieran por el impacto emocional que sufrió.
El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) reportó a los medios costarricenses que la Dirección Regional de Atención Inmediata de la zona Huetar Caribe atendió al niño y quedó bajo la responsabilidad del papá.
