La Policía al servicio del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo prohibió las actividades, incluidas las procesiones, en honor a San Judas Tadeo, patrono de Condega, Estelí, así lo informó el párroco Mario Palacios Espinoza.
La procesión estaba prevista para este viernes 28 de octubre —día de la solemnidad de San Judas Tadeo— y el domingo, 30, se celebraría la subida de la venerada imagen.
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Tras la medida, el cura informó que las actividades serán celebradas en la parroquia «culminando con la santa misa en la que celebraremos con gran alegría y devoción nuestras fiestas».
Pese a la negativa del gobierno de Ortega, la parroquia Sa Judas Tadeo publicó a través de sus redes sociales imágenes de la actividad religiosa. «Hoy (…) celebramos la fiestas patronales con las diferentes comunidades parroquiales (…) Ya desde hoy deseamos a todos la feligresía felices fiestas patronales de San Judas Tadeo».

Por su parte, la portavoz del régimen de Nicaragua, Rosario Murillo, envió saludos a los devotos de la imagen. «Hoy las familias devotas celebran a San Judas Tadeo y le piden. Dicen que San Judas Tadeo es muy milagroso y sobre todo con las causas difíciles», dijo.
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«Así que saludamos a todos los devotos de San Judas Tadeo y a todos los hermanos y hermanas que este fin de semana celebran fiestas patronales», expresó la vicedictadora sin decir una palabra sobre la cancelación de las procesiones en Condega.
Cabe señalar que la Diócesis de Estelí es administrada por monseñor Rolando Álvarez, quien desde el cuatro de agosto está privado de su libertad y actualmente se desconoce de forma oficial su situación legal y dónde está recluido.

No es la primera ocasión que el gobierno de Ortega y Murillo prohíbe las celebraciones religiosas en Nicaragua. Recientemente prohibió las procesiones de San Jerónimo en Masaya, ciudad donde desplegó decenas de antimotines para evitar que la imagen saliera.
En este 2022, la Iglesia católica de Nicaragua ha enfrentado una fuerte embestida por parte de la dictadura orteguista, quien ha encarcelado a 11 sacerdotes, condenado a dos y obligado al exilo al menos a otros 50 religiosos.