Diversos opositores al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo señalan que la dictadura «está instrumentalizando la migración como arma política en contra de Estados Unidos al acusar al país norteamericano de ser el responsable de la masiva llegada de nicaragüenses, cubanos y venezolanos de forma irregular a su país.
Ortega afirmó anoche, 27 de octubre, en el aniversario del Ministerio de Gobernación, que las sanciones de Estados Unidos a la dictaduras de Venezuela y Cuba han desatado la crisis migratoria de ambos países, pero obvió mencionar la dramática situación de los connacionales que huyen de Nicaragua y migran a Costa Rica y Estados Unidos.
El exdiplomático Arturo McFields aseguró a Artículo 66 que Ortega le intenta decir a Estados Unidos que si lo siguen sancionando va a enviar más migrantes a sus fronteras. «Hay algo muy sospechoso en la migración nicaragüense, es una migración causada y provocada, pero también incentivada por la dictadura. Hay algo extraño que no sabemos. Esas extrañas filas y grandes movimientos migratorios, hay un elemento que todavía no encaja sobre ese crecimiento exacerbado de la migración nicaragüense», dijo el exembajador de Ortega en la Organización de los Estados Americanos (OEA).
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«Hay que recordar que Cuba y Venezuela son países que se están muriendo de hambre, y aparte de eso tienen una dictadura feroz; en Nicaragua hay una dictadura feroz, pero no hay un bloqueo de ninguna naturaleza y la gente no está muriendo de hambre, aunque tienen dificultades económicas. La migración de Nicaragua a los niveles que está rumbo hacia Estados Unidos y no hacia Costa Rica, tiene un elemento artificial generado, causado, pero incentivado por Ortega que está instrumentalizando la migración como un arma política contra Estados Unidos», añadió.
Ortega busca responsables para no asumir sus fracasos
Para Héctor Mairena, integrante del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab), es típico de Ortega buscar culpables fuera y no asumir las responsabilidades que a él le corresponden. Manifestó que la migración en los últimos años en Nicaragua, y particularmente en los últimos meses, ha alcanzado niveles dramáticos.
«Los números que se han conocido de las personas que intentan ingresar por la frontera sur de Estados Unidos son alarmantes y nunca vistos en la historia. La raíz de todo esto es la situación política que se vive en Nicaragua que está determinada por el aferramiento de los Ortega y Murillo al poder y por la situación de represión en la que han sumido a la sociedad nicaragüense en los últimos años. Esa es la razón fundamental que la crisis económica, la incertidumbre y la desesperanza estén instaladas en Nicaragua, es responsabilidad del orteguismo», destacó a Artículo 66.
«Las sanciones individuales lo que han hecho es tomar medidas, por parte de Estados Unidos, la Unión Europea, Suiza, Reino Unido y Canadá, contra responsables de violación a los derechos humanos. Ortega se ha caracterizado siempre por atribuir sus fracasos y de la dramática situación que vive Nicaragua a factores externos. Típico de Ortega que evade a fin de cuentas sus responsabilidades», agregó.
Douglas Castro, integrante de la Alianza Cívica, indicó que, cuando el dictador habla de la migración venezolana y cubana como consecuencia de las sanciones, está hablando de Nicaragua. Castro coincide con McFields en que Ortega está usando el tema de la masiva migración como «arma política» para atacar a Estados Unidos.
«Estos regímenes autoritarios nunca asumen la responsabilidad del desastre económico, sino que siempre culpan a factores externos, sobre todo a lo que ellos denominan el “imperialismo estadounidense”. En el caso particular de Nicaragua es más contradictorio: la propaganda sandinista habla de una economía boyante, pero la masiva migración que estamos viendo en estos días lo contradice. Si en Nicaragua hubiera suficientes empleos, buenos salarios y en general buenas condiciones económicas, la gente no tendría la necesidad de migrar», subrayó Castro.
«La dictadura también dice que las sanciones están afectando seriamente la economía, pero al mismo tiempo dice que su desempeño económico es más que loable, es decir, la pregunta de fondo es si impacta negativamente o no las sanciones a la economía en general. La respuesta lógica es que no, porque hasta ahora las sanciones han sido personales y a instituciones que la misma dictadura ha sorteado de varias maneras», continuó.
El opositor añade que la dictadura también queda «mal parada» al hablar de la migración venezolana y cubana, porque antes de la crisis de abril 2018 ellos se vendían a nivel mundial como el «muro de contención» del narcotráfico y de la migración a EE. UU. «Recordemos las anteriores crisis de migrantes cubanos que estuvieron varados en nuestras fronteras. Es decir, le hacía el trabajo al mismo EE. UU que ahora crítica virulentamente, al mismo tiempo que amenaza veladamente con utilizar la migración como arma política para presionar a EE.UU.», concluyó.
Desde la crisis sociopolítica de abril 2018, más de 200 mil nicaraguenses han salido de Nicaragua al exilio en Costa Rica, ese número solo es de las personas que han solicitado refugio, pero la cantidad podría ser mayor. Entre enero y septiembre de 2022, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) registró que 126 mil 287 nicaragüenses cruzaron irregularmente la frontera para ingresar a territorio norteamericano.
Las autoridades estadounidenses alegaron que esta migración masiva se debe a que muchos ciudadanos huyen de «regímenes autoritarios fallidos en Venezuela, Nicaragua y Cuba lo que está contribuyendo a un mayor número de migrantes que intentan cruzar la frontera».