Nicaragua cumplió este 17 de octubre 431 días de la última vez de que el diario La Prensa dejara de circular como el único periodo impreso en el país , tras el asalto y allanamiento ejecutado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo el 13 de agosto de 2021. Pese a los obstáculos del oficialismo el medio continúa informado en su formato digital.
Los ataques de la administración Ortega-Murillo contra el medio más longevo e importante del país inició en el 2018 con los constantes bloqueos de materia prima a través de la Dirección General de Aduanas (DGA), que obligaron a sus directivos a reducir el número de páginas e imprimir en formato tabloide.
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Tras varios intentos de acallar al medio de comunicación, el 13 de agosto del año pasado, finalmente la dictadura irrumpió las instalaciones del diario. Más de 10 patrullas de la Policía allanaron las instalaciones e iniciaron una supuesta investigación por defraudación aduanera, lavado de dinero, bienes y activos.

El medio ha señalado que, a pesar de todo seguirán comprometidos e informando a los ciudadanos. La medida gubernamental fue considerada un acto de represión contra la libertad de expresión y de prensa, porque nunca hubo motivos reales para tal acción ejecutada por el régimen a través de la DGA.
Según el medio independiente, cuyo personal de redacción se vio forzado a exiliarse en julio pasado tras el arresto de dos empleados, sus bienes «al momento de la confiscación tenían un valor cercano a los 10 millones de dólares».
El pasado 23 de agosto de 2022, el régimen de Ortega-Murillo consumó el asalto al diario y montó en las instalaciones el Centro Cultural y Politécnico José Coronel Urtecho. «El régimen Ortega Murillo intenta poner fin a 96 años de historia del decano del periodismo nacional, desmantelando el plantel que lo alberga», respondió La Prensa al anuncio de la dictadura.
Cacería de periodistas
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a través de su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE), sostuvo que el régimen sandinista ha roto la institucionalidad democrática y ha continuado su ataque en contra del periodismo independiente, además de continuar violando sistemáticamente los derechos humanos de los nicaragüenses.
En su último informe la Relatoría señala que el régimen Ortega-Murillo ha intensificado la escalada de violencia contra los periodistas a través de “declaraciones estigmatizantes y señalamientos criminalizantes”.
El relator especial para la libertad de prensa de la CIDH, Pedro Vaca, refirió que «hay una clara cacería de periodistas en Nicaragua», país donde el hostigamiento, la censura, la persecución, las detenciones y los procesos legales arbitrarios son parte del accionar del régimen.