Los restos de la nicaragüense Cela María Vivas García, de 24 años, originaria de San Marcos, Carazo, que falleció por causas aún desconocidas al cruzar el muro fronterizo entre México y Estados Unidos, fueron sepultados este domingo en su ciudad natal.
El cuerpo de la joven arribó a Nicaragua el pasado sábado, 24 de septiembre, tras pasar un mes en una morgue en Arizona, Estados Unidos. Los familiares de la joven realizaron una colecta para reunir los ocho mil dólares para la repatriación de Vivas García.
El trágico suceso ocurrió a finales de agosto cuando la mujer intentó ingresar a Estados Unidos en busca del sueño americano. Gustavo Pool Sansón, esposo de Cela Vivas García, dijo que su objetivo y el de la joven era trabajar para ahorrar y comprar una casa.
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La nicaragüense estudió una licenciatura en administración de empresas y culminó otra carrera en inglés en Keyser University. Viajaba junto a su esposo con quien se casó en diciembre del año pasado y luego decidieron migrar a Estados Unidos.
México es un país de paso obligatorio para los migrantes o exiliados nicaragüenses que intentan llegar a Estados Unidos ante la grave crisis social, política, humanitaria y de derechos humanos que vive el país bajo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
De enero a julio de 2022, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) registró 108 mil 10 detenciones de nicaragüense.
La migración al país norteamericano ha registrado cifras sin precedentes, incluso mucho más altas que las contabilizadas en la década de 1980, durante el primer régimen sandinista de Ortega.
Nicaragua ocupó el tercer puesto entre los países que más migrantes envía a Estados Unidos, solo superada por Guatemala y Honduras, según registros oficiales del país norteamericano.