El militante sandinista y paramilitar confeso Marlon Gerardo Sáenz Cruz, conocido como «el Chino Enoc», enfrentó juicio por los supuestos delitos de «transporte ilegal de estupefacientes, psicotrópicos y otras sustancias controladas; portación o tenencia ilegal de armas de fuego o municiones; y fabricación, tráfico, tenencia y uso de armas restringidas, sustancias o artefactos explosivos».
El seis y siete de septiembre inició el juicio contra el exguerrillero sandinista, donde la Fiscalía presentó a cinco oficiales de la Policía orteguista, quienes afirmaron haber capturado al Chino Enoc el 18 de mayo, mientras se trasladaba en un vehículo, en Estelí, con 7, 241 gramos de cocaína, dos fusiles AK y un revólver calibre 38.
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En la denuncia realizada por el Ministerio Público detalla que Sáenz Cruz viajaba junto con Franklin Salgado Amador, sujeto con antecedentes delictivos de narcotráfico.
Policías contra el Chino Enoc
Los agentes de la dictadura que declararon ante el juez Ángel Jancarlos Fernández son identificados como José Armando Sequeira Gutiérrez, perito químico de criminalística, fue el primero en declarar. Este explicó los resultados del peritaje químico de la droga y los explosivos que supuestamente llevaba el militante orteguista.
Según el diario La Prensa, el mismo oficial mencionó que «las armas que se le incautaron a los acusados son de fabricación rusa AK, así como otros artefactos explosivos, supuestamente encontrados en un vehículo Toyota Yaris, color blanco, en la comunidad Las Naranjitas, en Estelí».
El otro testigo fue el subcomisionado, Rolando José Ortega, jefe de la sección de balística; este supuestamente se encargó de hacer las pruebas sobre las armas encontradas. Afirmó que «fueron examinadas armas tipo fusil AK-47, cada uno de ellos con cinco cartuchos envueltos en papel bond, así como revolver marca tauro, calibre 38 con con tres cartuchos».
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El tercer suboficial en comparecer fue Jeferson Calero, quien hizo la inspección y fijación fotográfica del lugar donde sucedieron los supuestos hechos. El agente declaró cómo se detuvo a los dos imputados.
La Fiscalía también presentó como cuarto testigo a la inspectora Arlen Urbina Zapata, especialista de la escena del crimen y quien recolecta muestras en las escenas del crimen. La oficial indició que se encargó de recolectar muestras en la vestimenta y manos de los implicados, arrojando supuestamente rastros de cocaína.
La quinta oficial fue la de antinarcóticos de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua María Concepción Palma Téllez, quien manifestó el proceso de recepción de la denuncia contra los procesados.
Por otra parte, el judicial suspendió el juicio a petición de la Fiscalía, quien alegó que no asistieron el resto de testigos, reprogramándolo para el 27 de este mes.
Saña contra el fiel a Ortega
Dos días antes de ser secuestrado —16 de mayo—, el Chino Enoc había denunciado en sus redes sociales asedio por parte de la Policía orteguista, al punto que no lo dejaban ni salir de su casa, por lo que en ese momento se declaró un preso bajo el régimen de arresto domiciliar.
«Eso no es protección, eso es mantenerme casa por cárcel (…) Ellos supuestamente están cumpliendo la orden de protegerme, pero también están cumpliendo la orden de que no me dejen salir de la casa ¿Cómo se llama eso? Violación a mis derechos de movilización, de tránsito por el país», denunció en ese momento, a través de redes sociales.
El 18 de mayo su familia denunció que la Policía lo había capturado en su casa, en el municipio de Condega, Estelí, de donde no lo dejaban salir, y fue trasladado directamente a la Dirección de Auxilio Judicial, en Managua, por lo que el caso de la implantación de droga y el “peritaje” hecho por policías sería un montaje idéntico al que le han hecho a distintos presos políticos de la dictadura de Ortega.
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El chino Enoc es un simpatizante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que ha jurado lealtad al dictador Daniel Ortega, sin embargo en diferentes ocasiones ha criticado y mostrado su rechazo a Rosario Murillo, a quien acusa de ser una «usurpadora» que se ha robado el partido sandinista. Tras sus declaraciones en contra de la vicedictadora, el asedio en su contra arreció hasta que fue capturado.
