La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Panameña manifestó su respaldo y solidaridad con la Iglesia católica de Nicaragua ante la escalada represiva y de persecución que mantiene el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo hacia las autoridades eclesiales del país.
En un comunicado, los obispos de Panamá condenaron la «violencia gubernamental» que ha perpetrado la dictadura de Ortega contra el pueblo nicaragüense, obispos, sacerdotes y feligresía.
Además, denunciaron que tras el allanamiento a la Curia Episcopal de Matagalpa y la «aprehensión» de monseñor Rolando Álvarez, «de otros ministros consagrados y laicos de la Iglesia católica» se ha agudizado la persecución religiosa en el país.
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«Las acciones del gobierno nicaragüense, escudados bajo un operativo realizado con la finalidad de «recuperar la normalidad para la ciudadanía y las familias de Matagalpa», pone en evidencia la violación de la libertad religiosa en este país con tradición cristiana», destacó la Conferencia Episcopal Panameña.
Persecución religiosa en Nicaragua
Tras 15 días bajo asedio y retenido en la Curia Episcopal de Matagalpa desde el cuatro de agosto, la Policía, bajo las órdenes de Daniel Ortega y Rosario Murillo, asaltó la sede episcopal el 19 de agosto para sacar a monseñor Rolando Álvarez.
La Policía orteguista informó que el jerarca se encuentra bajo el régimen carcelario de casa por cárcel en la vivienda de sus padres en Managua y siete de las ochos personas que lo acompañaban permanecen bajo «investigación» en El Chipote.
Mientras tanto, el sacerdote Óscar Escoto, párroco de la iglesia Santa María de Guadalupe, permanece en la Curia Episcopal de Matagalpa «sin ninguna restricción de movilidad».
Las personas que se encuentran en «El Chipote» son: el primer y segundo vicario de la catedral de San Pedro, de Matagalpa, José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, respectivamente; así como los sacerdotes Ramiro Tijerino—rector de la Universidad Juan Pablo II—y el padre Raúl González. También los seminaristas Darvin Leyva y Melkin Sequeira, al igual que el camarógrafo Sergio Cárdenas.
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La persecución de la dictadura contra la Iglesia incluye también el encarcelamiento de tres sacerdotes: monseñor Leonardo Urbina, padre Manuel Salvador García y el padre Óscar Benavidez, este último fue detenido el pasado 14 de agosto, según confirmó la Diócesis de Siuna.
Ante la situación de persecución que vive la Iglesia y el Estado policiaco que persiste en el país, los obispos de Panamá manifestaron que «somos una Iglesia que camina en la esperanza, por ello hermanos y hermanas nicaragüenses: (…) que el Dios de la vida y la justicia estimulen su valor y fortalezca sus almas, para que en medio de la persecución, se mantengan firmes en su vocación profética de denunciar la injusticia y construir el Reino de paz y amor».