El cronista deportivo y preso político de Daniel Ortega y Rosario Murillo, Miguel Mendoza, no ha tenido ningún tipo de comunicación o contacto con su pequeña hija Alejandra. El comunicador fue encarcelado por la dictadura la noche del 21 de junio de 2021. La Policía allanó su vivienda familiar en Managua donde estaban su hija y esposa.
«En estos 420 días no se le ha permitido recibir una carta, un dibujo o una llamada de su hija Alejandra. Tampoco el ingreso de una Biblia u otro material de lectura. La última vez que supimos sobre su estado de salud, fue el pasado 23 de julio. La libertad de expresión es un derecho constitucional y universal. Tener un pensamiento crítico o diferente a los demás no es un delito», escribió la familia de Miguel Mendoza en su página de Facebook.
Noticia relacionada: Hija de Miguel Mendoza: «¿Por qué me han quitado el derecho de ver a mi padre?»
El periodista sigue exigiendo a la dictadura de Ortega poder ver a su hija de ocho años, a la que no ve desde el año pasado tras su detención arbitraria. «Yo siempre pregunto si puedo llevar a la niña, pero siempre me dicen que no está autorizado; no entiendo, porque es un derecho que tiene la niña de ver a su padre», dijo su esposa Margin Pozo, esposa del cronista el pasado 23 de julio, tras visitar a Mendoza.
Preocupa la salud de Miguel Mendoza
Margin Pozo, compañera de vida del comunicador, dijo Artículo 66 a finales de julio que en los últimos meses no se le han realizado exámenes de sangre, ya que como paciente crónico (padece de diabetes, hipotensión y ácido úrico) necesita chequeo médico constante.
«Miguel (Mendoza) no sabe cómo están sus niveles de glucosa. Se ha sentido mal; le ha dado mucho dolor en la espalda. Presenta calambres bastantes frecuentes en sus piernas, lo que no le permite dormir. Él le había dicho al médico general que por favor le dé algo para calmar los calambres o que le hagan un examen de sangre, porque no sabe en qué condiciones se encuentra».
«Miguel —Mendoza— no sabe si estos calambres son productos de ácido úrico o producto de la diabetes que padece. Estamos muy angustiados por la salud de Miguel y que esto le pueda provocar algo peor», agregó preocupada Margin Pozo.
Otra de las situaciones que manifestó Pozo es que Mendoza ha solicitado se le permita tener una almohada y una frazada, debido a que presenta dolores en la espalda, pero las autoridades policiales le han dicho que «la almohada no es permitida».
Tras la novena visita a Miguel Mendoza, su familia denunció que el preso político había sido rapado, situación que dejó «impactada» a su esposa Margin Pozo, quien comentó a este medio que apenas le está creciendo nuevamente el cabello a su pareja.
La justicia de Nicaragua declaró culpable al periodista por el delito de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional», de conformidad con la controversial Ley 1055. Fue condenado a nueve años de prisión. Además, fue inhabilitado para ejercer cargos públicos.