La activista nicaragüense Karelia de la Vega, conocida como «Lady la Vulgaraza», obtuvo su carné de refugio en Costa Rica donde le fue reconocida su identidad de género. Por medio de sus redes sociales, agradeció al vecino país por respetar sus derechos.
«¡Que bello este momento! Cómo me gustaría que en mi país se reconociera la Ley de Identidad de Género hacia las chicas trans, que se reconozca su nombre al cual han adoptado para ser feliz. ¡Qué bueno que en otros países sí se respeten los derechos de cada una de ellas!», escribió la activista adjuntando la foto de su identificación. «Cómo me gustaría que en mi país se reconociera la Ley de Identidad de Género hacia las chicas trans, que se reconozca su nombre al cual han adoptado para ser feliz», dijo
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Karelia de la Vega, de 28 años, es activista trans, miembro de la población LGBTIQA+ e influencer. Ha sido una fuerte crítica de la represión estatal, el encarcelamiento de las personas presas políticas y ha demandado su liberación a la dictadura de los Ortega Murillo. Su popularidad la ha llevado a recibir palizas de simpatizantes del régimen, amenazas de cárcel y hasta de muerte; estas últimas la llevaron a salir de Nicaragua a inicios de junio del 2022.
En una entrevista con Artículo 66, Hernández explicó su proceso para obtener su carné que «gracias a organizaciones en Costa Rica que ayudan a las personas de la diversidad sexual tuve asesoramiento acerca del cambio de identidad acá en Costa Rica con una abogada. El procedimiento fue un poquito largo porque tuvimos que esperar varias horas, pero al fin se logró hacer el cambio de nombre y ahora llamarme Kareli Kaylani Hernández Urrutia, y pues para mí es una gran emoción, una gran alegría poder llamarme con el nombre que he elegido para que la gente me reconozca y la gente me llame».


Asegura que como chica trans significa una alegría y un logro «porque llamarte con el nombre que has elegido para que la gente te llame es bastante bonito, ya que en Nicaragua no contamos con esta Ley de identidad de género con la cual se nos respeten los derechos de cada una de las chicas trans y sobre todo que tengamos y sobre todo que tengamos voz y voto en el país, gracias que en este país de Costa Rica si tenemos la oportunidad de ser visibles la comunidad LGBTIQA+».
Hernández cruzó la frontera Nicaragua-Costa Rica el seis de junio a eso de las 3:30 de la madrugada y llegó al vecino país del sur «con una mano atrás y la otra adelante», solo con el dinero justo para abordar un bus que la trasladara de la frontera de Peñas Blancas a San José. Huyó del país tras varias semanas de asedo policial y ante una inminente captura. En las afueras de su vivienda se mantenía una patrulla y varios oficiales que amenazaron con detenerla.
En Nicaragua había sido blanco de agresiones e insultos de parte de simpatizantes del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, todo por expresar su desacuerdo con la política represiva de la dictadura contra la ciudadanía. Los principales insultos, asegura, fueron por su identidad de género.
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Actualmente, se encuentra orgullosa de ser «una persona trabajadora, luchadora, una persona que siempre está a la vanguardia de trabajar para poder salir adelante para poder luchar y ayudar a mi mamá en Nicaragua y la alegría de saber que ya no estoy siendo perseguida ni hostigada por el régimen de Daniel Ortega».
Kareli se siente feliz de tener el apoyo de la comunidad trans en el vecino país del sur porque «como sabemos en Nicaragua existen muchas organizaciones trans que no defienden los derechos de la comunidad, que lo único que andan haciendo es lambiéndole los platos y las botas al gobierno y que son un títere del gobierno. Ellos dicen defender los derechos de la comunidad, pero en todos estos años no han hecho nada en pro de la comunidad LGBT», expresó la activista.