La justicia de Nicaragua declaró culpable a Martha Candelaria Rivas Hernández, por el supuesto delito de «falso testimonio», luego de desmentir que el padre Manuel Salvador García —párroco de la iglesia Jesús de Nazareno, en Nandaime— la golpeó en el rostro con un candado, el pasado el 30 de mayo.
Según el medio de comunicación Despacho 505, la judicial encargada de dictar fallo de culpabilidad en contra de la mujer de 44 años fue una jueza de Granada. La Fiscalía está exigiendo la pena de cinco años de cárcel.
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El testigo que presentó el Ministerio Público en contra de Rivas Hernández fue Humberto José Sánchez López, de 44 años, quien fue su exesposo, para declarar que la mujer fue agredida por el cura.
El Ministerio Público también contó con tres peritos forenses y con la versión de los agentes policiales de Auxilio Judicial Nacional, Gabriela Suyén Urbina, Juan Carlos Jiménez y Silverio Sandino Calero.
El medio de comunicación agregó que la oficial Urbina declaró que la denuncia contra el párroco García la recibió el dos de junio, «pero confirmó que el denunciante fue Humberto José Sánchez López excónyuge Martha Rivas». Mientras que el oficial Jiménez compareció como «el denunciante por el delito de falso testimonio», en tanto Jiménez como el oficial que recibió la denuncia.
Rivas Hernández está detenida desde el 22 de junio, señalada por dar falso testimonio; ya que en un primer momento declaró a una plataforma digital que el sacerdote de Nandaime la golpeó con un candado después de una discusión que sostuvieron la noche del 30 de mayo en la Iglesia Jesús de Nazareno, la cual es presidida por el religioso. Sin embargo, días después se retractó y dijo que todo se trató de un «accidente», razón por la que no firmó la denuncia.
Sacerdote tras las rejas
Por otra parte, la acusación y condena a dos años de prisión en contra del padre Manuel García se basó en en un vídeo del 30 de mayo divulgado en redes sociales donde el párroco salió con un machete, supuestamente amenazando a un grupo de personas que estaban asediando la parroquia en la que estaba a cargo.
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A inicios de julio, el prelado fue declarado culpable de violencia física contra Martha Rivas, aunque la mujer declaró que la supuesta agresión fue un accidente y aseguró que no interpuso denuncia formal.
Defensores nicaragüenses de derechos humanos denunciaron que la «farsa judicial» que ha perpetrado la justicia orteguista contra el padre Manuel Salvador García es una aberración jurídica y una clara señal de que el régimen de Nicaragua ha intensificado la persecución política contra la Iglesia católica.
